En un país que necesita de la mejor información para seguir creciendo y ser competitivo ante los mercados exigentes del mundo, resulta increíble que grupos económicos y sociales resentidos con el actual gobierno nacional traten de boicotear el Censo 2010.
Este tipo de mecanismos no es nuevo, también en los Estados Unidos se desarrollaron campañas para que la gente no respondiera a las encuestas, aunque en ese caso -a diferencia de la Argentina- se infundía temor con la idea de que el censo se realizaba para echar a los inmigrantes ilegales. Acá se pretende instalar el "miedo" y la inseguridad a raja tabla. En estos días en internet se multiplican los grupos en las redes sociales instando a boicotear el Censo 2010, hasta una ex funcionaria del INDEC advirtió que el relevamiento "va directo al fracaso",
y dijo que los resultados del Censo que el organismo estatal realizará el 27 de este mes "no tendrán validez científica" y agregó que las preguntas (estipuladas en los cuestionarios) "no son las adecuadas".
La realización de un censo es constitucional y los ciudadanos que nos preciamos de tal y queremos al país debemos atender al censista y responder la encuesta. Cada ciudadano tiene derecho a ser censado. Por ello se decretó feriado nacional el 27 de octubre y se tiene prevista una gran movilización. Esta es nuestra obligación moral y ética como habitantes de este suelo. El tiempo dirá después si los datos son certeros o no, si el Gobierno actuó bien o no. Por el momento pensemos en positivo y no seamos "mala onda", seamos optimistas, tengamos fe y apoyemos el Censo 2010. La Nación lo necesita más allá de las banderías políticas.
