Por extraño que suene, limpiar está de moda; entre otras cosas, porque calma la mente. Lo saben las instagramers de moda y los monjes zen de Japón.
Oosouji, el método japonés, significa gran limpieza y se trata de una tradición milenaria japonesa para empezar el nuevo año con buen pie, dejando atrás cargas, físicas y mentales. Este ritual, que suele hacerse en Japón los fines de año, es una forma de expulsar cualquier mala influencia de nuestra vida y así evitar arrastrar viejas prácticas al nuevo año. Al limpiar, nuestro cerebro también hace limpieza y se prepara para dejar de tener en cuenta o recordar cosas innecesarias o difíciles. Existen muchas razones para determinar que esto funciona como herramienta antiestrés.
Sin cuentas pendientes
Es el momento de saldar deudas, pagar facturas y cerrar asuntos pendientes, porque los japoneses ven un mal augurio arrastrar de un año a otros viejos asuntos no resueltos.
Reserva un día completo para esta tarea
No te lances sin preparación, el Oosouji no se improvisa. Es importante que te reserves un día, para poder ser entero. Piensa qué vas a necesitar (desde productos de limpieza hasta bolsas de basura grandes) y antes de ponerte manos a la obra, ventila bien la casa para purificar el aire.
Una limpieza a fondo
Para una limpieza en profundidad deberás mover muebles, retirar alfombras, vaciar armarios y cajones. No se trataría de una limpieza diaria o de rutina, sino de una limpieza a fondo.
Apaga el celular
Si escoges un día para el Oosouji, debes poder entregarle todo tu tiempo, sin interrupciones ni distracciones, por ello se apaga o silencia el celular.
Empieza por la mañana
Para ayudar al ejercicio de organización y limpieza es positivo plantearlo mejor en la mañana (dejarlo sin terminar no es bueno), con algo de música suave que no nos distraiga y sin hora de final. Además, por la mañana es cuando solemos tener la mente más despejada y tenemos más energía.
El orden importa, limpia de arriba abajo
No te olvides de los techos ni de las paredes, ya que también acumulan polvo. La suciedad y el polvo se asientan con la gravedad, de ahí la importancia de comenzar desde la parte superior y trabajar hacia abajo. Pasar el aspirador debería ser una de las últimas tareas.
Limpiar con un orden
Cada tarea iniciada debe ser una tarea terminada, no conviene dejar cosas a medias. Puede hacerse por estancias o por temas. Pero es importante no mezclarlos.
¿Por dónde empiezo?
Se aconseja empezar por la cocina y los baños, que es donde se acumula más suciedad, el horno, las hornallas, incluso dentro de la heladera. En el baño, es importante limpiar la grifería, las juntas o el inodoro para poder acabar con cualquier bacteria.
Tirar sin nostalgia
El "sin piedad" es como lo llama en cuanto al orden. No temas deshacerte de aquello que ya no te sirve, está roto o es viejo. ¿La máxima? No acumules ni guardes por si acaso. Si entra algo nuevo, sale algo viejo. Así lograrás mantener el equilibrio.
Esta tradición milenaria aboga por una gran limpieza física y emocional antes de dar carpetazo al año saliente porque solo así, liberados de ataduras tóxicas, podemos arrancar el año con buen pie. Y, esto también se lleva a cabo en las oficinas. ¿Quieres que el próximo año sea fructífero laboralmente? Quizás deberás empezar por hacer limpieza de tu escritorio. Lo peor que te puede pasar es que tengas tu rincón de trabajo impecable este mes de enero.
Los beneficios del método
Efecto reset: Este ejercicio de organización y de limpieza es beneficioso siempre que necesitemos o queramos iniciar una nueva etapa (cambio de año, cierre de una relación, cambio de casa). Permite al cuerpo y a la mente hacer un ejercicio de reinicio más creíble y nos ayuda a dejar cargas físicas y mentales en la etapa anterior.
* Favorece la salud mental: La limpieza y el orden físico están proporcionalmente ligados al bienestar mental. Incluso para las personas que suelen moverse cómodas en el desorden, poner un poco de organización les produce beneficios antiestrés.
* Descarta lo negativo: Para dejar paso a lo nuevo, nuestro cerebro también hace limpieza y se prepara para dejar de tener en cuenta o recordar cosas innecesarias o difíciles y dejar espacio para lleguen cosas nuevas. Ya lo dice Marie Kondo, la reina del orden japonés, solo hay que guardar aquello que te haga feliz.
* Mejora nuestra concentración: Una casa más ordenada nos ayuda a ordenar la cabeza. El caos de nuestro entorno influye en nuestra capacidad de concentración. Un ambiente desordenado tiende a crear más estrés que uno en orden. Según un estudio de la Fundación Nacional del Sueño de EEUU, el 75% de las personas duerme mejor cuando las sábanas están recién cambiadas.
* Te sitúa en el presente: Cuando estás limpiando estás focalizado en el hoy y en el ahora más inmediato, no hay espacio para los recuerdos y tampoco para tus proyectos de futuro. Estás concentrado en el presente, en la tarea que estás haciendo, y esto ayuda a relajarse pudiendo ser incluso liberador.
Fuente: El Mueble