Hoy es el día para homenajear a cada docente sanjuanino que, durante este año, ha tenido que atravesar distintas circunstancias para poder llegar a los alumnos, debido a que la asistencia a las aulas fue casi nula.
En los departamentos alejados del Gran San Juan la realidad que se vive es siempre otra, y con la educación sucede lo mismo. Aun así, los docentes comparten la misma pasión, dedicación y amor por lo que hacen y por sus alumnos. Ese es el caso de Gladys, Zulma e Iván, tres docentes y directivos de distintos niveles que cuentan cómo es enseñar en una realidad totalmente atípica.
Gladys Herrero, docente de Calingasta
Hasta el día de hoy, quienes ya pasaron por la escuela la siguen recordando como “la seño Gladys”. Hace 18 años que se dedica a la docencia en nivel inicial, primero en la gestión privada y actualmente da clases en el jardín Huellas Juguetonas, una plurisala con niños de 3, 4 y 5 años en la Escuela 12 de Octubre, ubicada en la localidad de Colón, Calingasta.
En aquella localidad solo viven 6 familias y a su sala asisten tres pequeños que la adoran como si fuera una madre.
Debido al año que nos está tocando atravesar, Gladys, al igual que todos los docentes, tuvo que cambiar la metodología de trabajo, enfrentándose a muchas dificultades a sortear, como la poca conectividad de la zona y la falta de herramientas tecnológicas, que fueron reemplazadas por guías pedagógicas que envía a las familias de sus tres alumnitos cada 15 días.
Si hay algo que destaca Gladys como ventaja de toda esta situación es que los más pequeños pudieron compartir tiempo con sus familias, y eso ayudó a afianzar el vínculo, ya que al ser tareas de jardín de infantes todas las debían realizar con padres o hermanos mayores. Pero también reconoce las desventajas, ya que sus alumnitos dejaron de interactuar tanto con sus compañeros como con ella, y como docente no puede trasmitir los contenidos de aprendizaje mediante los recursos que brinda el estar en la sala.
“Ha sido un año muy difícil para todos y tuvimos que reacomodarnos y reinventarnos, aprendiendo en todos los aspectos de la vida cosas nuevas y en especial para aquellos alumnos que están cursando los últimos años de los distintos niveles. Todo va a depender del esfuerzo de cada uno de los integrantes del sistema educativo para completar el año con éxito, no bajar los brazos y nunca perder las esperanzas de que vamos a salir todos juntos adelante”, señala la seño Gladys.
Zulma González, docente de Valle Fértil
Zulma González es sinónimo de educación y dedicación en Valle Fértil, donde enseña hace más de 30 años. Todos sus años de docencia se dieron en la Escuela Albergue Casa del Niño, de educación primaria, institución que recibe alumnos de la Villa San Agustín, zonas alejadas e incluso chicos de La Rioja.
La seño Zulma da clases a alumnos de Quinto Grado y comparte tareas con Nicolás Elizóndo. Entre ambos tienen a cargo 36 alumnos.
Trabajar durante el 2020 no fue sencillo para ella y el resto de los docentes de la escuela, ya que debieron adecuarse y ajustarse a formatos nuevos de enseñanza. “Se envían guías de trabajo vía whatsapp y en fotocopia, pero la falta de conectividad de la mayoría de los niños hace más complicado el acompañamiento, ya que muchas familias cuentan con un solo teléfono, y son familias numerosas. También hemos notado poco acompañamiento de los padres, pero no por falta de voluntad, sino porque no comprenden los temas, pero para ellos va nuestro agradecimiento, ya que notamos el gran esfuerzo que hacen por la educación de sus hijos”, destaca Zulma.
Para ella el trabajo en el aula es importante, ya que no solo se imparten conocimientos, sino que también se contiene, se puede explicar un tema de diferentes maneras, se cuenta con el apoyo de otros docentes. Pese a ello, no está alejada de sus alumnos, ya que cada consulta, duda o inquietud que tienen ella responde siempre de manera amorosa y constante vía whatsapp.
“Es necesario que las políticas educativas establezcan programas de asistencia tecnológica para los que están en desventajas. El sistema educativo necesitaba un cambio hace tiempo y esta situación nos ha demostrado que no estamos a la altura de las circunstancias. Dios quiera que aprendamos a convivir con este virus y que la sociedad tome conciencia que cuidarse es cuidarnos entre todos”, finaliza la seño Zulma.
Iván Jácome, directivo de Jáchal
La educación secundaria siempre es más compleja, porque como personas nos prepara para el futuro profesional y laboral al que nos enfrentaremos una vez terminada la misma. Ser docente de este nivel representa una gran responsabilidad, pero mucho más ser director.
Ese es el caso de Iván Jácome, director de la Escuela Agroindustrial Monseñor Doctor Juan Antonio Videla Cuello, ubicada a 15 kilómetros del centro de Jáchal. La institución cuenta con una matrícula total de 603 alumnos distribuidos en diferentes niveles y modalidades. Los alumnos que pasan por ese secundario reciben además el título de Técnicos en Tecnología de los Alimentos y Técnicos Agropecuarios.
El actual ciclo lectivo situó a la institución en un escenario totalmente diferente al que habían programado al inicio del 2020, planteando el desafío de educar por medio de la virtualidad, adquiriendo nuevas herramientas y recursos.
La ventaja de esta institución, destacada por Iván, es que cuentan con servicio de internet que prevé el Ministerio de Educación, por medio de una antena que ofrece conectividad a toda la institución. Alumnos y docentes utilizan plataformas con equipamiento y medios tecnológicos haciendo que la institución cuente con los mismos recursos que en zonas con mayor accesibilidad.
Pero la mayor desventaja la transitan los docentes al no poder brindar la contención que necesita el alumno durante el aprendizaje. “Las emociones no son percibidas a través de los medios electrónicos, no se pueden involucrar los alumnos con el hacer y el sentir en el desarrollo de las actividades educativas”, resalta Iván.
Por medio de mensajes de textos, vía whatsapp o a través de un correo que dispuso la institución, alumnos y docentes mantienen contacto a diario, ya que una de las principales inquietudes que le manifiestan los docentes a su cargo es si se contará algún día de este año con las condiciones adecuadas para volver a las aulas.
“Creo que como docentes debemos proponernos brindar educación de calidad y de equidad. En estos momentos internet convirtió a las escuelas en entornos interactivos lo cual nos lleva a implementar otras estrategias y visualizar los paradigmas sociales donde premie las capacidades de nuestros alumnos, adquiriendo los docentes un nuevo rol de facilitadores y orientadores. Nuestra escuela forma profesionales técnicos y como tales deben estar preparados en conocimientos científicos – prácticos y tecnológicos para responder a las demandas que se presenten en cualquier ámbito donde se desempeñen a futuro”, explica Iván como directivo de la institución.