El cultivo del duraznero está restringido básicamente por condiciones de suelo. Aquellos suelos arcillosos (pesados) o arenosos (pobres), son parte de las principales adversidades del cultivo. Otra complicación para el desarrollo de esta especie es el denominado "mal del replante", que ocurre cuando se repite el cultivo de la misma especie sobre el mismo suelo, aseguró Ing. Agr. Antonio Weibel, del sector Fruticultura, de la EEA Junín del INTA.

En nuestro país, el uso de portainjertos o patrones está limitado a dos o tres cultivares. "Nemaguard", "Nemared" y una tercera local, menos difundida, conocida como "Cuaresmillo". Estos portainjertos se multiplican por semilla pero generalmente no están adaptados a suelos con pobre drenaje y a suelos pesados, a la vez que presentan reducido crecimiento en suelos de muy baja fertilidad y en casos de replantación.

La elección de uno u otro patrón o pie dependerá de la condición en la cual se inicie la plantación. Una errónea decisión en el momento de plantación en relación al terreno y el portainjerto, inducirá problemas en las plantaciones a lo largo de toda la existencia del monte frutal.


Problemas de replante

La reimplantación de montes frutales con la misma especie involucra la enfermedad conocida como "mal del replante", "fatiga" o "cansancio del suelo". Es un problema en todas las áreas frutícolas del mundo, incluido nuestro país, donde cada vez es más frecuente la reimplantación total de montes de durazneros con idéntica especie, así como la sustitución de plantas envejecidas aisladas, por nuevas. Por otra parte, la construcción de estructuras antigranizo también implica replantar en el mismo lugar.

El problema del replante implica mortandad de plantas, reducción de crecimiento radicular y aéreo, mayor susceptibilidad a plagas y enfermedades, clorosis (amarillamiento) y disminución de la producción, especialmente en los primeros años. Esta enfermedad, presente en frutales como manzano, peral, cerezo entre los más afectados, se hace más notoria en duraznero.

El replante involucra factores diversos, entre los cuales se establece una compleja relación. Intervienen factores de tipo agronómico: nutricionales, hídricos, degradaciones, compactaciones y acumulaciones de pesticidas, entre otros. A estos se suman los efectos producidos por bacterias (agalla de corona, entre otras), hongos y nemátodes. Por otro lado, la presencia de fitotoxinas, sustancias químicas producidas por las raíces del duraznero, constituye una de las principales causas del problema.


Control


El empleo de biocidas (nematicidas, bactericidas, fungicidas), si bien produce una mejora en la situación de la planta joven no constituye una solución definitiva. Por otra parte, el uso de estos biocidas, además de ser en algunos casos poco económico, es actualmente muy resistido por los residuos y perjuicios que generan muchos de ellos al medio ambiente. Se presenta entonces la alternativa de ofrecer portainjertos tolerantes al mal del replante.