Las causas más frecuentes de la infertilidad en la mujer son: anomalías del aparato genital (malformaciones de las trompas, útero, cuello uterino o vagina, que están presentes al nacer); anomalías del moco cervical (acidez o ausencia o insuficiencia, como consecuencia de una intervención en el cuello del útero); infecciones del moco cervical o presencia de Ac en éste; trastornos de la ovulación (ausencia, ovulación incompleta, insuficiencia lutea o del cuerpo amarillo); edad; obstrucción de las trompas; trompas dañadas (como consecuencia de una infección o de un embarazo extrauterino) o endometriosis (presencia de tejidos idénticos a la mucosa uterina normal fuera del útero).
En el hombre pueden ser alteraciones del esperma (ausencia de espermatozoides en el semen); bajo número, baja movilidad o mala morfología de espermatozoides y/o la combinación de alguno de estos hallazgos. Estas alteraciones puede ser producto de patologías masculinas como por ejemplo varicocele, mal descenso testicular o paperas.
Se considera que existe infertilidad cuando una pareja no logra el embarazo tras 1 año de relaciones sin protección anticonceptiva. En caso de que la mujer tenga 35 años o más es consenso estudiar a la pareja luego de 6 meses sin embarazo. Según Jorge Loncarich, ginecólogo especialista en reproducción asistida, el promedio de edad de la mujer en parejas que consultan es de 35 años, pero también atienden pacientes que van desde los 24 años que tienen las trompas tapadas, hasta pacientes de 45 años, que por distintas circunstancias de la vida han postergado su maternidad.
Los primeros pasos que deben realizarse cuando una pareja asumió que tiene problemas de infertilidad es un rápido y concreto diagnóstico. Este diagnóstico se debe obtener en no más de 2 ciclos femeninos, mediante un análisis de sangre para medir las hormonas; una ecografía transvaginal para ver el estado de los ovarios y una radiografía de las trompas (histerosalpingografia o HSG) para ver el estado del útero, de las trompas y la permeabilidad de estas últimas. En los hombres debe realizarse un espermograma.
Una vez que se tiene el diagnóstico el tratamiento va aumentando en complejidad de menor a mayor, y dependiendo de la patología que se halla encontrado. Los procedimientos pueden ser:
-Intervenciones quirúrgicas: Laparoscopías para eliminar adherencias producidas por endometriosis. -Histeroscopía para paliar algunas anomalías del útero (pólipos, fibromas, etcétera).
–Tratamientos hormonales para restablecer el ciclo ovulatorio normal.
La reproducción asistida es el nombre que se le da al conjunto de tratamientos destinados a crear las condiciones para lograr el embarazo. Estas son:
–Relaciones sexuales dirigidas: Se controla el ciclo (con estimulación de la ovulación con medicamentos o no) con el fin de determinar la fecha de ovulación y así poder tener relaciones sexuales con el máximo de posibilidades de fecundación.
–Inseminación Intra Uterina (IIU ó IUI): Se seleccionan en el laboratorio los espermatozoides movibles y normales para introducirlos directamente en la cavidad uterina de la mujer mediante un catéter. Esto normalmente se realiza bajo el estímulo de la ovulación con medicamentos. Estos son los tratamientos considerados de baja complejidad.
–Fecundación In Vitro (FIV): Es el encuentro del óvulo y el espermatozoide en una placa de cultivo celular para conseguir la fecundación. Una vez obtenida esta fecundación y corroborado que este proceso se llevó correctamente se prosigue el cultivo del embrión de 48 a 72 horas más antes de ser transferido. El embrión obtenido y cuidado en el laboratorio se carga en una cánula y se transfiere a la cavidad uterina la mujer.
Si el problema es masculino y en su patología se encuentra que hay espermatozoides pero no con la suficiente fuerza para fecundar un óvulo, el tratamiento que se aplica es la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). Aquí se logra la fecundación del óvulo inyectando dentro de él un espermatozoide ayudado por agujas de vidrio bajo un microscopio invertido.
Posteriormente el embrión obtenido es cultivado 48 a 72 horas más y transferido a la cavidad uterina. Este y la fecundación in vitro son tratamientos considerados de alta complejidad.
Es importante mencionar que independientemente de cada caso se recomienda consejo y apoyo psicológico, para ayudar a la pareja a asimilar el proceso.
Los cuidados posteriores de cada técnica de fertilización son mínimos y la internación dura sólo unas horas, pero según Loncarich jamás están de más las flores, los chocolates y los besos, cosas que cualquier marido puede hacer.
Si todos los métodos fracasan puede hacerse un nuevo intento (muchas parejas logran el embarazo luego de 2 o más intentos) o puede considerarse la adopción. Según explica el especialista lo que debe movilizar a las parejas es el deseo de "ser padres" con todo lo que esto implica, y no sólo tener un hijo.
En cuanto a los riesgos de la técnicas de reproducción asistida cabe aclarar antes que nada que deben ser llevadas adelante por un equipo de médicos y embriólogos formados en reproducción asistida, para minimizar las complicaciones que pueden presentarse, entre las cuales se destacan la hiperestimulación ovárica, que es una respuesta exagerada a la medicación que depende de cada paciente; un embarazo múltiple, debido a que del procedimiento puede obtenerse más de un embrión y si se transfieren todos a la cavidad uterina puede obtenerse un embarazo gemelar o trillizos.
En San Juan los tratamientos que se realizan son la fertilización in vitro; la inyección intracitoplasmática de espermatozoides; la inseminación intra uterina; la ovodonación; la vitrificación de embriones y óvulos; la criopreservación de sémenes; el mantenimiento de semen, óvulo y embriones criopreservados y la desvitrificación y transferencia embrionaria.
Los costos de los procedimientos varían entre 800 a 12.000 pesos dependiendo de la complejidad.

