Para sustituir algunos insumos que importa la minería por productos fabricados en el país, se creó a nivel nacional una mesa de homologaciones que puso el acento en el parque industrial asentado en provincias no mineras, como Buenos Aires y Santa Fe. De esta manera, se busca incluir a la patria sojera-ganadera en el negocio metalífero y no metalífero, que pareciera privativo de las lejanas provincias cordilleranas.
Hay argumentos para que prospere la iniciativa, atentos a que esta industria de la Pampa Húmeda ya proveyó históricamente a las petroleras, que tienen una matriz compartida con la minería actual.
En los últimos 5 años, las mineras importaron por un monto de 1.400 millones de dólares bajo los beneficios de la Ley de Inversiones Mineras, que les otorga algunos beneficios como descuentos impositivos que pueden superar el 40 por ciento. Los productos que caigan por fuera de este régimen promocional se pueden ingresar al país igualmente, pero con un costo superior.
Precisamente la acción de la mesa de homologaciones tiende a achicar esa lista de productos importados dentro de los beneficios de la Ley de Inversiones Mineras.
Según dijo a CUYO MINERO el director ejecutivo de la Casemi, Fabrizio Benedetti, el objetivo ideal sería reducir un 20 por ciento las importaciones al finalizar el año con respecto a los valores alcanzados en 2010.
La mesa de homologaciones está conformada por la Secretaría de Industria de la Nación, la Secretaría de Minería de la Nación, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), la Casemi (Cámara Argentina de Servicios Mineros) y la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA).
“La mesa de homologaciones se va a tomar su tiempo para homologar productos porque no queremos decir a ‘partir de este momento queda homologado este producto’ y ‘no puede entrar el producto que se importaba’ y que un proyecto minero quede en stand by por esta situación”, explicó Benedetti.
Por ahora la tarea consiste en recibir los pedidos de importación que hacen las mineras para avisarles acerca de los productos que ya se fabrican en el país y que podrían sustituir a las manufacturas extranjeras.
También reciben los planteos de empresas de servicios que fabrican insumos que podrían satisfacer las necesidades de los grandes proyectos mineros. Buscan acercar a las partes antes de determinar alguna exclusión en la lista de productos que se importan con los beneficios de la Ley de Inversiones Mineras.
“Se malentendió al principio. Las empresas mineras creyeron que les íbamos a prohibir la importación de productos que ya se fabrican en el país”, insistió Benedetti.
Hoy ya recibieron pedidos de fabricantes de varios rubros como: bolas de molinos, baterías de autos, grupos generadores, estructuras, mangueras de alta presión, válvulas para incendios y filtros de aceites, entre otros.
“Hay gente de San Juan que se ha presentado. Pero esta mesa de homologaciones apunta a la industria que mayoritariamente se asienta en las provincias de Buenos Aires y de Santa Fe”, apuntó el empresario, al tiempo que aclaró que “hubo un pequeño error de concepto que decía que la Argentina no era minera. Perola industria minera no es muy distinta a la industria del petróleo, donde el país tiene una larga historia”.
Ya hubo una experiencia exitosa lograda mediante el trabajo de la mesa de homologaciones, con la empresa Fining, que trabaja con la maquinaria Caterpiller. Ya aceptó sustituir importaciones en dos rubros: baterías (Mouras) y grupos electrógenos (Bound). “Ellos son los primeros que lo entendieron. Pero eso se está replicando y yo creo que venimos muy pero muy bien”, afirmó optimista el sanjuanino.

