Es el tercer año consecutivo que se bate el récord de temperatura del planeta. Así lo indicaron la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) y la NASA. La temperatura media de 2016 sobrepasa en 0,07 grados la media del mismo periodo de 2015, el año que marcó el anterior récord de mayores temperaturas.
El Niño, un fenómeno natural, originado en aguas del Océano Pacífico y de un poder destructivo que puede provocar desde inundaciones hasta sequías, que provocó un aumento significativo de la temperatura a principios de año.Las aguas del mar de Bering, del sureste y el oeste del Pacífico, del Atlántico más cercano al golfo de México, y del sureste del océano Índico que rodea las naciones insulares de Asia y Oceanía han registrado récords de temperaturas.
Asimismo, las temperaturas en el Ártico y la Antártida han sido especialmente altas y, por ello, los niveles de hielo marino han sido "excepcionalmente bajos". Lo que pasa en el Polo Norte y el Polo Sur no se queda allí, sino que afecta los patrones climáticos y los niveles del mar en otras partes del mundo.
La temperatura de la Tierra va en aumento. Una prueba es el número de meses que llevamos con incremento de las temperaturas medias de la tierra. A raíz de la actividad humana el manto de gases que mantiene cálido nuestro planeta se está volviendo más espeso. Cuando quemamos combustible o cortamos árboles, añadimos gases de invernadero a la atmósfera que calientan la superficie de nuestro planeta. Esto ya se está sufriendo en todo el mundo.
Las consecuencias de este fenómeno se pueden evidenciar de diversas maneras. Hubo un cambio en la "frecuencia" e "intensidad" de determinados efectos meteorológicos. Un ejemplo son las actuales olas de calor y frío, que impactan mucho más que hace 20 años.
Año a año se pueden observar fenómenos que indican un cambio: almendros que florecen antes de tiempo, disminución de lluvias y precipitaciones. Además hoy en día tenemos instrumentos tecnológicos para llevar a cabo una valoración más concreta de todas estas consecuencias. Para detener el calentamiento global hace falta voluntad política, y un "compromiso de cada uno de nosotros".
A nivel de gobierno son imprescindibles la puesta en marcha de políticas para descarbonizar la economía e ir apostando por energías infinitas como las renovables, opinó el experto. Mientras que a nivel doméstico se pueden tomar medidas como utilizar el transporte público en las ciudades, mejorar el aislamiento de nuestras casas para conservar la temperatura, apostar por energía que provenga cooperativas de electricidad que "suelen tratar de producir a partir de energías renovables, y una mayor utilización del coche eléctrico".