Es el título de la conferencia que se llevó a cabo el día martes 10 de marzo, por iniciativa de Sanatorio Argentino y su Fundación, en el marco del "Día Internacional de la Mujer". El Ing. Pablo Heinig logró conquistar al público presente presentando las herramientas y caminos a seguir para lograr ser "Felices". Con casi 200 personas que asistieron a la disertación basada en las demandas de la sociedad en la vida moderna, sus nuevas competencias para lograr los objetivos con un sentido de plenitud y trascendencia. En su charla con la Revista Oh! comienza el Ingeniero diciendo "Hasta ahora pensábamos que debíamos lograr "el éxito" para ser felices, sin embargo, durante los últimos años desde distintos ámbitos de la ciencia se ha demostrado exactamente lo contrario. El mundo en que vivimos tanto en el nivel de organizaciones sociales como educacionales está basado todavía en los supuestos de la Revolución Industrial". Esto marca un punto de partida importante ya que hay diferencias generacionales que influyen de manera importante en la vida de los seres humanos. Después de la Revolución Industrial vino la Revolución de las Comunicaciones y nuestro mundo actual funciona en este mundo, pero con supuestos, creencias y estructuras que corresponden a la Revolución Industrial. En tal sentido es que comienza a surgir tremenda insatisfacción y el estrés es la consecuencia inmediata de vivir bajo esos dos planteos.
Foco en el estrés
Heinig, puntualiza, "El estrés surge cuando uno se enfrenta a situaciones que le demandan más recursos que los que uno tiene". Venimos con el chip del estrés ancestralmente desde el paleolítico y está bien que sea así; cuando el hombre estaba en la sabana africana y aparecía un león, le ocasionaba estrés, la situación superaba sus recursos, pero gracias a ese estrés no podía pensar solo podía sentir y responder instintivamente corriendo a una velocidad que ni él podía imaginar. De esta manera vemos que el estrés es bueno en algunas ocasiones, entonces, ¿cuál es el problema hoy? Que no aparece ningún león en forma real, pero nuestro cuerpo reacciona como si estuviésemos frente a él, nuestra máxima descarga es apretar tres teclas y apretar send y el resto (de lo que el cuerpo preparó para pelear con un león) queda en nosotros dando vueltas sin salir, entonces eso ya no es estrés sino distrés y es justamente lo que nos está matando. La solución frente a esta problemática del estrés es un solo camino. Yo no he conocido a nadie que haya sido capaz de modificar los desafíos que plantea el mundo de hoy, cuando digo esto, es lo que el mundo demanda, yo no tengo capacidad de acción sobre eso. Lo único que tengo es capacidad sobre mis recursos, entonces, si el estrés es resultante de la demanda y ésta es mayor que mis recursos, mi único camino para no sentir estrés es desarrollar más recursos. Cuando siento que tengo recursos para enfrentar la situación, no siento estrés. Ahora bien, cuando uno se siente desbordado debe pedir ayuda profesional, solo no se sale de esto, ya que no hay un solo camino a seguir.
El avance de la ciencia
En la actualidad hay aportes que merecen ser destacados para el manejo del estrés, me refiero a las ciencias y dentro de ellas en específico "las neurociencias". Ellas permite tener datos de información y dar modelos de abordajes muy interesantes, por ejemplo la filosofía toma otro protagónico y empieza a ser una filosofía bajada a tierra donde encontramos respuestas interesantes, la psicología positiva que un buen día comenzó a estudiar no solo a la gente enferma sino a la gente feliz, aporta datos positivos para el entrenamiento. En este campo cabe destacar a un psicólogo que realizó un trabajo durante 20 años sobre la experiencia de la felicidad de la gente y en la investigación descubre cinco patrones estructurales de cómo la gente que tiene altos niveles de disfrute, estructura sus experiencias, llegando a la siguiente conclusión:
"Que seas o no feliz, no depende tanto de lo que vivís sino de cómo lo estructuras en tu cabeza".
Y ese modo de estructurar mentalmente tiene patrones concretos, uno de ellos es que la gente con experiencias plenas le otorgan feedback inmediato. Este psicólogo se preguntaba ¿por qué la gente que hace deporte disfruta tanto de éste? Uno de esos patrones es que todos los deportes tienen una respuesta inmediata, por ejemplo el tenis desde el momento que la raqueta le pega a la pelota él sabe si el saque es bueno o no, desde que el botín le pega a la pelota sabe si el tiro estuvo bien o mal, interesante cuando trasladamos esto a otros espacios de la vida. Hoy hay infinidad de espacios donde tenemos feedback después de un año o ni siquiera tenemos feedback. Muchos de los que trabajamos y los resultados no son tangibles. La mayoría de nosotros no puede tocar nada y a la hora de explicarlo le cuesta, entonces esta es una de las soluciones frente a lo que vivimos, obtener feedback o respuesta inmediata a lo que se produce por día. En el mundo empresarial se escucha decir a los gerentes que deben tener un feedback con respecto al personal a su cargo. Hace 50 años que se dice esto y no se logra. Digo, si todos requerimos de esto digo ¿por qué no empezar a entrenar para tener el feedback que necesitamos? Que sea una constante y al finalizar el trabajo, el día, el encuentro, la charla, te pregunte ¿Qué te pareció? Pretender que haya una receta a priori, no es serio. Pero podemos empezar a ensayar modos de vida distintos. Para ello es necesario modificar la interpretación de los hechos y cuando digo esto, son transformaciones personales profundas con indicaciones específicas, obviamente no hay una receta única.
¿Cómo se trasmite el sendero hacia la felicidad en las generaciones de jóvenes del siglo XXI?
La búsqueda de la felicidad entre adultos y adolescentes es muy distinta, ya que como dije hay diferencias generacionales. Pero ambos tienen dificultad a la hora de la satisfacción, la alegría o el placer. Un ejemplo de dicha diferencia que marca la brecha es que mientras un adulto busca altos niveles de satisfacción equivocadamente y se convierte en un adicto a su trabajo, el adolescente no lo va a hacer. Justamente la lucha es tratar de que el adolescente tenga un objetivo más allá de lo inmediato. Por lo tanto no es la misma regla para ambos, pero sí lineamientos generales con aprendizajes mutuos. Hay una generación que tiene competencias que no tiene la otra, por ejemplo los adolescentes tienen un problema de digitalización de la socialización. Se relacionan con alguien siempre y cuando haya un medio (tecnológico) que no es estar frente a frente. Es un espacio para trabajar, la tolerancia de estar en contacto con el otro, mirándolo a los ojos y conversando durante un tiempo, sin escapar a un espacio de intimidad para chequear su celular. Esto también les ocurre a los adultos. Es la llamada ansiedad que produce estar conectados por el aparato. Por lo tanto surge la baja tolerancia de estar frente a distintas situaciones. Así se asemejan adultos y adolescentes del siglo XXI.
Una herramienta para el abordaje
La propuesta es todo un aprendizaje que abarca tres campos. Primero se entiende por aprendizaje a todo proceso en el cuál obtienes un resultado positivo. Si no te satisfacen los resultados, deberías cambiar lo que haces y esto no es fácil, de lo contrario estaríamos cambiando constantemente. Volvemos entonces, a que detrás de lo que uno hace, hay una interpretación de los hechos y detrás de esa interpretación hay un modelo mental que cada uno construye. Es el punto de partida esencial, un aprendizaje profundo que es el transformacional basada en las capacidades del individuo de interpretar los hechos de una y miles maneras.
La frustración del individuo, tiene que ver con este tema de la interpretación de los hechos. Es una emoción negativa y entiende que lo que sucedió restringe tus posibilidades.
Saber interpretar los hechos de la vida
La felicidad es un estado emocional positivo, sentirse pleno no depende tanto de lo que está pasando sino de la interpretación que uno hace de esos hechos. Entonces ¿por qué hay diversidad de interpretaciones de un mismo hecho? Nos educaron afirmando de lo que vemos es la verdad, tenemos una imposibilidad biológica de ver la realidad, a lo sumo podemos hacer una interpretación de ella. La propuesta es trabajar para realizar interpretaciones alternativas de lo que estamos viendo, así de este modo no surge una emocionalidad distinta.
La felicidad de los países
¿Por qué a Brasil se lo ve más feliz que a la Argentina? Ellos no viven una realidad distinta a la nuestra, solo hay una cultura e historia que hace que ellos interpreten frente a un hecho y se expresen en forma diferente. Esto lo podemos ejemplificar con los bailes, ellos tienen la Samba y nosotros el Tango, frente a una misma situación negativa ellos salen a bailar para sacar sus tristezas en forma alegre y divertida y nosotros nos ponemos a llorar. A su vez es bueno aceptar las frustraciones y emociones negativas. La emoción está vinculada al deseo y al amor, nadie se emociona por algo o alguien que no desea o ama. Vivimos en una era que trata de evitar las emociones catalogadas como negativas, el ser humano cuando tiene una emoción triste, debe vivirla, de lo contrario no estamos honrando al propio amor. En pocas palabras hay que sentir el dolor para luego sentir la plenitud.
Las diferentes interpretaciones en sociedad
Es un álgido entrenamiento una competencia entre miles. El tema es entender que yo traigo una interpretación de los hechos basada en mí película, historia, costumbres, contexto, experiencias, etc., sobre miles de la sociedad. Cada uno arma la cultura de su lenguaje, por lo tanto si llego a comprender las diferentes miradas o situaciones, más me voy a acercar a saber.
La Argentina es una sociedad que defiende "la verdad’ y desde mi mirada la verdad como tal no existe. Estos paradigmas vienen a ser solucionados por la Neurociencias, que en forma química y biológica demuestra a través de muestras analizadas, los indicadores hormonales (cortisol y testosterona), dando resultados certeros de los niveles de estrés, ansiedad, miedo, entonces el organismo habla a través de las hormonas, dando como resultado la emocionalidad.
La sociedad actual tiene el cuerpo abandonado, solo es para mostrarlo estéticamente en forma y línea, es el transporte para llevar la cabeza de una reunión a la otra, pero la postura corporal genera emocionalidad y eso se puede medir hoy.
Volver a resignificar la vida es uno de los más grandes desafíos, necesitamos comprender y trabajar en esto, hasta la madre Teresa de Calcuta tuvo que resignificar su vida.
Otro valor perdido en la sociedad es la confianza, una emoción determinante. Cuando nos enfrentamos a modelos no dignos, atentan contra la confianza e inmediatamente surge el miedo. Es la viga de las relaciones y lo que se pone en juego es el modo en que nos estamos moviendo los argentinos. La confianza es una emoción básica para las relaciones sociales, y se rige por reglas concretas de comportamientos. Estamos generando hechos y acciones que son el opuesto a la confianza, la desconfianza. Una persona con miedo se convierte en un ser primitivo, no puede pensar, le invade el neocortex, su nivel de cortisol es tan alto que reacciona defendiendose, atacando o huyendo, ninguno de estos representan actos evolutivos
Hay que empezar a tener comportamientos que generen confianza, basados en los siguientes pilares: honorabilidad, sinceridad, corporalidad y la emocionalidad, solo así se consolida la confianza.
Por último recordar, no solo depositar la satisfacción en el logro de los objetivos sino en el cómo. El camino hacia el objetivo a conseguir se rige por parámetros en donde siempre encontremos el feedback inmediato, mantener un equilibrio entre mis habilidades y los desafíos que la situación te plantea. Estamos para generar más habilidades, que las que uno posee. La vida demanda competencias y aún en la vejez esto debe ejercitarse, finalizó Pablo Heinig.

