En el 2001 hubo una masiva aparición de esta plaga. Luego volvió en el 2005 en el 2009 y en esta temporada ha vuelto, provocando daños en cultivos y molestias a la gente.

En la zona Sur de nuestra provincia, y también en departamentos del Este, la molesta aparición de este himenóptero (orden o grupo científico en la rama de la zoología) ha vuelto a ser noticia.

El insecto sigue provocando roturas en brindillas de frutales de carozos y sarmientos de vid. La plaga está afectando a parrales de Cochagual, Punta del Médano y otras localidades del departamento Sarmiento, como también en Santa Rosa, Tupelí y Aybilí, en 25 de Mayo, en 9 de Julio y en Villa Independencia y en cercanías del río San Juan, en Caucete.

En Suplemento Verde venimos siguiendo la plaga desde hace tiempo. El sábado 16 de enero de 1999 publicamos en la nota de tapa ‘La chicharrita dañina’ y en la página central comentábamos que la Chonosia cinnabarina (chicharrita de la vid) está causando daños económicos, explicamos profesionalmente que este insecto era una plaga a tener en cuenta y que los focos más importantes en San Juan estaban en los departamentos 25 de Mayo y Sarmiento y en Mendoza en Lavalle.

Cada un período de impace de alrededor de 4 años vuelve a recrudecer el ataque de esta chicharra autóctona, de la familia Cicadidae, y cuyos hospederos (plantas donde se encuentra habitando normalmente) son malezas comunes de nuestra tierra, como la chilca, el pájaro bobo, el retortuño, las jarillas y otras especies de la flora espontánea.

Habita en las provincias del Centro-Oeste del país, con poblaciones importantes en Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Chaco y con extensiones a La Rioja y Catamarca.

Problemas que causa

Los daños producidos por la chicharrita están presentes en las brindillas de frutales de carozo y sarmientos de la vid, por lo cual los productores deben tratar de controlar esta plaga. Siempre se ha manifestado con ataques ocasionales de reducido período de actividad perjudicial. No han sido realizados estudios más completos en cuanto a su biología, daños, posibilidad de control, plantas resistentes o preservación de enemigos naturales, junto a la magnitud de la incidencia de la plaga.

Las principales lesiones las causan las hembras durante las puestas de huevos, debido a las heridas que provocan en la corteza de brindillas y ramitas con el aparato ovopositor.

En esas cavidades dejan los grupos de huevos y el conjunto de posturas toma el aspecto de una costura en forma de zig-zag a lo largo de la superficie afectada. Los sitios afectados se debilitan y deja de circular la savia. De ello se deriva el secado de la parte por encima de las lesiones debido a las quebraduras por efecto de vientos o por falta de afluencia de nutrientes.

Si bien no se sabe qué puede virus puede transportar, el miedo generalizado es que sea transmisora de alguna enfermedad complicada como en el caso de la Chicharrita de Alas Transparentes, que vecta la "Enfermedad de Pierce" en California.

Control

Entre los agroquímicos se puede usar Caldo Bordelés al 1% como repelente; más usado es el Carbaryl 85%, en polvo mojable, y el vasto grupo de los piretroides (permetrina, deltametrina, cipermetrina, lambdacialitrina, tetrametrina, etc.), más DDVP.

Hay controles que se han realizado con éxito en Mendoza con Clorpirifós, en dosis correctas y con aplicaciones racionales.

A mediados de noviembre principios de diciembre aparecen los adultos y es el momento mas oportuno para controlar la plaga.

En plantas muy afectadas, la fertilización inmediatamente de producido el daño, más la incorporación de agua de riego, permiten una rápida cicatrización de los tejidos lesionados, con el consiguiente restablecimiento de la circulación y el cierre de la cámara de posturas, que impiden que emerjan las ninfas de primer estado.