El iris es una planta vivaz de jardín y cuenta con infinidad de variedades. Algunos son bulbos, pero la mayoría son rizomas (un tipo de tallo subterráneo). Por lo general prefieren suelo seco y pedregoso, salvo los Iris Louisiana, que como su nombre lo indica, provienen de los terrenos bajos de Louisiana, Estados Unidos, donde su hábitat natural es el suelo húmedo y fangoso. También se dan maravillosamente en los estanques. Puede servir para macizos, borduras, rocalla, o incluso para la orilla de un estanque o fuente. La altura que pueden alcanzar ronda entre los 10 a los 150 cm. y florece en primavera. Para su reproducción utiliza la división de rizoma y por bulbos. Esta planta vivaz es muy estimada ya que se da en casi todas las tierras de jardín con simples cuidados. En las altitudes templadas crece silvestre en multitud de especies y formas y también como planta de jardín. Se trata de plantas multianuales con hojas espatiformes o a manera de herbáceas o también con pecíolo redondo. Las flores del iris suelen ser individuales; se abren hacia abajo en tres pétalos externos, mientras que los tres internos se alzan en corola. Existe gran variedad de colores también. El iris deben estar siempre colocados al sol o a semisombra. Donde quiera que se planten y sobre todo si hay intención de conservarlos durante algún tiempo, se recomienda preparar la tierra antes de plantarlos y colocar algún abono orgánico.
Especies y variedades
Se distinguen dos grandes grupos: iris de rizoma e iris de bulbo. En términos muy básicos, podemos decir que las especies de rizomas florecen más tarde y resisten más el frío que las especies de bulbo. Los Iris Louisiana poseen tonalidades liadísimas, desde el color vino (Baton Rouge) hasta el blanco(Clara Goula), o el azul aterciopelado de Bowie. Lo más interesante de estas variedades es que combinan muy bien con los helechos y las plantas perennes. Los Iris germánicos, los Reticulata, los Sibirica, son los más comunes y los que podemos encontrar con facilidad. Los germánicos son los más populares. Su tamaño es muy variable y puede ir de los 45cm. hasta 1m de altura. Entre los iris de rizoma, destaca en primer lugar el iris espatiforme alemán (Iris germánica). Sus hojas tiene forma de espada y los rizomas son gruesos. Las numerosas formas de esta especie, producto de la selección, se resumen en grupos de variedades altas, medianas y bajas. Algunas de las especies que se comercializan actualmente son el "Airy Dream" de color rosa salmón, la "Arctic Snow" con tonos blancos y azules, la "Black Hirls", azul y negra, etc. Las variedades más conocidas son la "Alaska" de color blanco, la "Sunbeam" y la "Southland" en tonos amarillos, la "Andalusian Blue", en color azul claro y la "Nachtmahr", de un llamativo azul oscuro entre otras. Existen tres variedades muy cotizadas. Por un lado está el iris paluestre japonés que tiene un rizoma muy radiculado, hojas de un verde vivo o amarillento de acusada cresta central y los pétalos desplegados horizontalmente. Este iris de estanque necesita en los meses de florecimiento, un suelo pantanoso o de agua baja. La otra variedad reseñable es el iris siberiano que prospera igual en terreno seco que en húmedo. Sus hojas son herbáceas y las flores, de color azul. Debido a su gran versatilidad práctica, esta especie ha adquirido mucha importancia. Su escala de colores abarca desde el violeta de la "Caesar’s Brother" al claro azul plateado de la variedad "Papillón".
Requerimientos
Deben plantarse en un lugar muy soleado y los grupos que forman deben separarse cada 3 a 4 años, luego de la floración.
Los rizomas se plantan cerca de la superficie de la tierra. El color de sus flores varía desde el blanco combinado, pasando por los azules intensos, los amarillos, naranjas, violetas o rojos. Sus flores son aterciopeladas y muy perfumadas.
Los Reticulata dan flores simples de diferentes colores, desde un azul malva con estrías doradas sobre los pétalos externos, hasta los amarillos y naranjas claro. Los más comunes son los de color lila, oscuros y claros. Se plantan a principios de otoño y son los primeros en florecer. Se aconseja después de su floración dejar madurar el bulbo hasta que sus hojas comiencen a amarillear, para después recogerlos, dividirlos o simplemente cortar sus hojas a 10cm. del piso.
Los Sibirica son parecidos a los germánicos, solo que su flor es más pequeña. Los colores más comunes son el lila, el amarillo y el blanco. Son de muy fácil cultivo y se multiplican con rapidez. Necesitan de pleno sol, buen drenaje y suelo alcalino. No requieren cuidados intensos y se multiplican por rizomas.

