Alfredo Cevallos es un ingeniero agrimensor que desde hace casi 20 años trabaja para la empresa Barrick en su mina Veladero, ubicada en el departamento Iglesia. “Hoy en día soy prácticamente un fósil viviente dentro de la compañía. Algunos no me creen que estoy trabajando aquí desde febrero de1995, cuando un profesor mío de la Universidad me recomendó para realizar unos trabajos de montaña cuando Veladero era solo un proyecto en desarrollo”, comentó el profesional agrimensor. Y continuó: “Me gusta colaborar de alguna manera con los chicos nuevos que empiezan a trabajar. Siempre hablamos de que ser minero es una elección de vida. En este rubro pesa más el hecho que en una forma u otra te tiene que gustar, ya que se trata de un estilo de vida para la gran mayoría de los argentinos “diferente”, que poco a poco se va haciendo más frecuente entre las personas de provincias mineras como la nuestra”.

Durante los primeros años en Veladero, Alfredo realizaba tareas concernientes a la exploración geológica. Entre ellas: relevamientos topográficos de mapeos geológicos, muestras levantadas, caminos, verificación de límites y apoyo terrestre a restituciones aerofotogramétricas. “Los primeros tiempos fueron increíbles para mí. Hoy en día, al recorrer por la memoria toda aquella etapa de exploración, se me vienen muchos recuerdos. Muchos amigos entrañables, de esos que tan especiales que solo te puede dar la montaña y las vivencias en condiciones duras y extremas”.

El profesional sanjuanino recordó que después de la primera vez que cruzó la formación rocosa el Conconta (cabeceras del Valle del Cura) sintió profundamente que estaba hecho para trabajar en ese lugar. Luego el joven ingeniero agrimensor comenzó a trabajar dentro de la misma minera en otros proyectos dentro del Valle del Cura.

También lo hizo en Salta, la Patagonia y minas de Chile. “Al contrario de lo que la gente cree hay mucha gente que lleva muchos años en este rubro. Probablemente no con la misma empresa, pero si en el mismo rubro”, comentó Alfredo.

La vida familiar para este experimentado ingeniero de Barrick llegó después de ingresar a las filas de la minera. Su grupo familiar se fue constituyendo con el pasar de la mina.

“En Veladero los inicios en cuanto a regímenes de trabajo eran duros, aunque también eran más estables. En cuanto a la familia, el que elige ser minero sabe que en el día a día no estas a mano nunca. Y contra eso no hay nada para hacer. Las esposas tienen que hacer de madre y padre. Y uno poco es lo que aporta a la distancia. Pero cuando está en la ciudad, hay que considerar que en la mayoría de los descansos uno tiene disponibilidad total para la familia y eso yo lo valoro muchísimo”.

El experimentado profesional abocado a la minería comentó que constantemente alienta a los nuevos profesionales y operarios mineros a crecer dentro de la industria. “En Barrick o en cualquier empresa existe un amplio espectro de posibilidades: laborales, de crecimiento, especialización etc. Dependiendo en qué etapa se encuentre el proyecto.

Pero siempre se puede continuar creciendo, aprendiendo y perfeccionándose. Estas son cuestiones elementales para alguien que quiera durar dentro de la actividad”, concluyó.