¡¡¡Trampas!!! Son todas hermosas trampas. Como un queso para el ratón. Cuando se comienza la institucionalización humana, lo primero que te dan es: un par de lápices de colores y una hoja de papel. Los niños no son tontos y entienden bien para qué son esas herramientas. Lo siguiente que te da tu maestra es: un tema. A partir de aquí la vida parece linda; dibujar y jugar con tus pares… Pero resulta ser una trampa. Cuando llegás a 1° Grado te das cuenta de que lo vivido fue una práctica para que aprendas a dibujar otras cosas: “Letras y números”. Todo el mundo sabe dibujar, y lo hace bastante bien, de otra forma nadie entendería la lista de las compras. Las letras y los números son dibujos, cuando se colocan en un orden lógico, de izquierda a derecha son denominados “signos”. Si se manejan a grandes rasgos estos signos se puede predecir el código. Y no sólo eso… si se conoce el código a la perfección, se puede predecir un evento futuro. Se está confundiendo; ¡¡¡lo sé!!!… Digamos que mamá dice: ¡Ya vas a ver cuando lleguemos a casa…! (ceño fruncido). Esta cascada de signos lingüísticos predice un mal momento en las próximas horas. De esta forma, una AI (inteligencia artificial) puede predecir: qué palabra le sigue a otra. Las AI están aprendiendo a hablar con humanos… no se confunda, ellas ya saben dibujar al igual que los seres humanos, lo que todavía no pueden hacer es: “ENTENDER” y actuar en consecuencia de forma creativa. Tampoco tiene un tema… sí puede dibujar como Rembrandt, pero se pregunta: “¿Qué dibujar?”. Así es: que, las están mandando (como a todo niño) al jardín de infantes (www) a charlar. Hablamos de Chat GPT la nota pasada y sus poderes de procesamiento.
Las fotos de los celulares no son fotos en realidad. Son interpretaciones de luz de un programa más o menos inteligente (por eso: “Smartphone” o teléfono inteligente). ¿Se ha preguntado por qué las fotos de un teléfono nuevo son mejores que las de teléfonos más antiguos u obsoletos? La respuesta es: ¡porque tiene un software más poderoso! Hace unos 30 años que las lentes no han sufrido cambios relevantes. Si una AI tiene en su biblioteca muchas imágenes (digitales) de ratones y puede entender que el signo: “R-A-T-O-N” corresponde a esa serie específica del banco de datos, puede perfectamente dibujar eso; un pequeño roedor, como si de una fotografía se tratara (fotorrealista). El problema consiste en que la palabra “ratón” puede estar asociada a un millón de palabras más e inclusive podría estar enlazada a otro banco de datos refiriéndose a otra cosa (“mouse” para CPU por ejemplo). La AI puesta a dibujar es en realidad una práctica de entrenamiento, de lenguaje; está ahí para buscar experiencia. Y esta experiencia se logra charlando con humanos creativos que saben escribir /// una trampa. Es decir, mientras los humanos entrenan a la AI, para que comprenda órdenes, y crezca entendiendo lenguaje humano, le regala al operador (humano), como objeto residual, un dibujito. Para los humanos es diferente; es una ventaja. Todos aquellos que nunca siguieron adiestrarse en esta específica tarea de dibujar, bajo el lema “yo no sé dibujar, a mí no me sale…”. La AI viene a solucionarles la vida. Pero esto también es una trampa. Si un niño quiere liberar su creatividad jugando con la AI, tendrá casi un 80% de efectividad en encontrar la imagen que busca y el estilo deseado. La AI está para ganar experiencia con ellos. (Son sus futuros amos) Esto se debe a que la persona “niño/a” (ente 8 y 15) entiende perfectamente lo que es un “prompt” (texto, por lo general en idioma inglés, con el que se puede dibujar algo). Pero si el / la Sr/a. maestra/o desea hacer las láminas para el 25 de Mayo, conocerá el abismo. La frustración se apoderará de ella o él… y es posible que lo perdamos y aparezca el nuevo estigma: “#A MI NO ME SALE: ¡APRETAR BOTONES!”; “#Yo no entiendo la tecnología” etc… Quizás no sepa que la AI (dibujante) no sabe muy bien qué es una escarapela -a la usanza argentina- ni qué colores usar, probablemente pinte rojo, blanco y azul. Y es que estos bots de AI no poseen en sus bancos de datos las viejas imágenes del “Billiken” y son bastantes primitivas en su ejecución. Al principio de este mes, había dos o tres páginas, pero se han multiplicado de forma exponencial en los últimos días (más de 100). Esto nos llevará por otros caminos. Las computadoras serán más humanas y menos televisor. La próxima generación no necesitará oprimir botones, como lo hacemos ahora. Y los guionistas no necesitarán un ejército de dibujantes superentrenados para confeccionar un cuento animado.
¿Será un mundo feliz o será una trampa para ratas?