San Juan es una provincia que se caracteriza por tener cactus y suculentas de manera autóctona. Nuestro clima permite que crezcan y se reproduzcan sin mucho esfuerzo, pero, aun así, hay casos en donde las ganas no son suficientes y este tipo de plantas, que son las más “gauchitas”, terminan muriendo.
Para que no suceda eso, ni pierdas la paciencia o la esperanza de poder tener tu propio jardín, repasamos algunos tips y claves fáciles de poner en práctica para que te sientas orgullo de tu espacio verde.
¿Qué maceta es la mejor?
La elección de la maceta depende mucho de la planta, pero en el caso de los cactus y suculentas no debería ser un dolor de cabeza. Como ya mencionamos, este tipo de verdes no son tan exquisitas, por eso, lo único que hay que tener en cuenta es que la maceta tenga un excelente drenaje.
Para ello, con mucho cuidado calienta un clavo al fuego y realiza perforaciones adicionales a la base de la maceta, para que no retenga humedad.
Sol, ¿directo o indirecto?
La luz es importante para el crecimiento y desarrollo de las plantas, pero no es ideal que sea directo, ya que en esta época del año el sol es más intenso.
Tanto suculentas como cactus deben estar ubicados en sitios donde reciban mucha luz, lo suficiente serían unas 5 a 6 horas por día, pero que no sea de manera directa ni tampoco tanto tiempo en la sombra, para que crezcan y florezcan de manera óptima.
Riego en el verano
Con el calor, la humedad se evapora más rápido. Teniendo en cuenta esto, el riego de cactus y suculentas debe ser frecuente. Si bien son resistentes, si pasan mucho tiempo sin agua, comenzarán a aparecer los problemas.
Durante el periodo de crecimiento (primavera a otoño), lo ideal es regarlas una vez a la semana con abundante agua.
Si las plantas se ven de color apago, con hojas flácidas o delgadas, significa que necesitan más agua.
Si las plantas se ven translúcidas, con hojas de tono amarillo, apariencia blanda, significa que necesitan menos agua.
Otra clave a tener en cuenta es la hora de riego. Si se realiza durante el mediodía u horas de la siesta, las gotas de agua que queden sobre las hojas podrían comportarse como pequeñas lupas, lo que llevaría a que se queme la planta. Lo ideal es regar durante la mañana temprano o por la tarde noche.
Trasplante y ubicación
El cambio de macetas es importante, ya que las plantas, como todo ser vivo, crece con el paso del tiempo, y los cactus y suculentas no son la excepción.
Algunas nos obligan a realizar el trasplante ya que quedan chicas en las macetas, pero lo ideal sería no llegar a ese punto. Lo recomendable es realizar el trasplante una vez al año para proporcionarles tierra fresca, principalmente en primavera.
Una vez tengas la planta en la maceta, sea cactus o suculenta, es hora de buscar el lugar ideal. Las suculentas son amigas de las ventanas o de pasillos muy luminosos, donde además brindan una estética única y llena de vida. No olvides sacarlas durante algunas horas para que tomen aire libre y luz natural.
Los cactus son más amigos de los espacios abiertos, como el jardín, la entrada o el balcón. Si los tienes en el interior, procura que sea un sector donde les de el sol, ya que es importante para la salud de la planta.
Bonus Track
Es importante tener siempre una pala de jardinería o una cuchara que no uses en la cocina para remover la tierra de las macetas, con cuidado para no dañar las raíces.
Si vas a trasplantar cactus y no tienes guantes, el papel de diario o una toalla de manos que no uses es ideal para no pincharte ni lastimar el cactus.
Es bueno realizar una pequeña inversión si quieres que tus suculentas y cactus tengan más vida en tu jardín, y cuando las trasplantes compra tierra en algún vivero. Ellas te lo van a agradecer y el resultado será satisfactorio.