La función de Luis Sarmiento dentro de la mina Gualcamayo está vinculada siempre a la salud de los demás operarios. Su tarea consiste en prevenir enfermedades y accidentes en el medio laboral, haciendo cumplir la normativa nacional, provincial e internacional.
“Lo más importante de trabajar en la actividad minera en un contexto de crisis como el que vivimos actualmente es que te capacita de manera intensa y permanente. Esto implica que a futuro, uno va a estar preparado para cumplir muchas funciones y trabajos para los cuales no estaba preparado antes de entrar a la actividad”, explicó el técnico que hace más de una década trabaja en la mina jachallera.
Y agregó: “Esto para mí resulta fundamental, porque sabemos que la actividad minera no es eterna en un mismo yacimiento. Entonces uno puede capacitarse para realizar trabajos en otros yacimientos o en otro tipo de industrias en materia de salud e higiene, como es mi caso”.
El tiempo de trabajo del operador de la zona de prevención de riesgos se extiende durante ocho días continuos en jornadas de 12 horas por 6 días de descanso.
“Toda la familia se acomoda al roster que me toca cumplir. Por ejemplo, hace poco festejamos las pascuas todos juntos con mi mujer y mis hijos ya que me tocó trabajar para esa fecha. No es fácil estar tantos días lejos de casa, de la realidad de los chicos, más allá de que todos los días a las dos de la tarde ellos esperan mi llamado para saber como están y para poder conversar un ratito sobre su día”, dijo el trabajador.
Luis también comentó que es un ferviente defensor de la industria minera que se desarrolla en San Juan, debido a que la mencionada actividad productiva le ha permitido avanzar profesionalmente, adquirir su casa, su auto y brindarle estudios a sus hijos.
“En la mina siempre conversamos con nuestros compañeros sobre las personas que se oponen a la minería, los llamados antimineros. Yo siempre he planteado que debe existir un diálogo sincero. La minería es una actividad difícil, son tareas no habituales y eso a la gente le genera miedo. Pero no es un trabajo que se realiza por capricho, estamos sometidos a un control muy fuerte a nivel nacional, local e internacional. Esto yo lo converso mucho con mis hijos y puedo decir orgullosamente que ellos ven a su padre, y a futuro, quieren ser mineros también”, concluyó.