-¿Cómo surge la idea de llevar la minería a la Exposición Rural de Palermo?


-La idea de llevar la minería a este tipo de exposiciones surge a partir de una prueba que se realizó en Baradero, Buenos Aires, para la Feria del Agro. San Juan presentó un stand con los minerales que se usan normalmente en los campos, jardines, de distintos tipos y para distintas aplicaciones. Además nos dieron una hora para hablar sobre minería. En esa conferencia contamos que la minería no sólo provee de fertilizantes al campo, también toda la maquinaria agropecuaria se hace a partir de los metales que se extraen de las montañas. Asimismo se mostró que no hay otra salida económica en nuestra provincia fuera de la minería. Nosotros tenemos menos del 10% de zonas fértiles. Por esa razón tenemos que recurrir a la actividad minera. Otro tema fue el uso del agua: la minería usa el 0,9% del agua de la provincia. En mi opinión no es mucho en relación a los beneficios que está otorgando.


-¿Cómo fue la aceptación del público en esa ocasión?


-La verdad que me sorprendió. Fue muy positiva, tranquila y muy amena. Hicieron un montón de preguntas muy bien hechas. No hubo agresividad de ningún tipo. Al contrario, recibieron la comunicación hasta con simpatía. Yo imaginaba que iba a haber algunos bloques de choque, como esa gente que va y habla mucho de lo que conoce poco. Sin embargo en la Expoagro eso no pasó. Todas las preguntas apuntaban a saber más del asunto.


-¿Los temas de la conferencia de La Rural van a ser los mismos que en Baradero?


-No va a ser todo lo mismo. Hay detalles que van a diferir porque acá hay una dura atropellada a partir de que no se va a permitir la explotación de los glaciares. Proteger los glaciares me parece perfecto, pero se están agrandando a tierras heladas, a permafrost y no tienen muy claros los conceptos. ¿Hasta dónde una tierra se hiela? Si hay un inverno muy duro y húmedo se va a helar muchísimo la superficie ¿Qué son tierras heladas? Eso no se delimita.


-¿Y el público ahora cómo va a ser?


-Si bien la gente del campo es amable y respetuosa, en la Ciudad de Buenos Aires es diferente. Estamos hablando de un grupo de población muy mal informado. Aquí se empieza a hacer la película como quieren algunos productores de cine. Desde ahí veo algunos cuestionamientos. Hay gente que todos los días coloca en la conciencia porteña pésima información. Y siempre la mala noticia va a circular más que la buena.


-¿Por qué pasa esto?


-Hay gente que lo hace de buena fe y cree en lo que hace. Esos son perdonables. Pero me parece que hay muchísima gente con una alta capacidad hacerse escuchar y con mucha difusión que lo hacen en otro sentido. Por ejemplo, cuando hablaba de este señor que habla muy lindo y que ha conseguido muchos votos en Buenos Aires para colocar dos o tres diputados más, que también hace cine y exposiciones. Yo le he mandado muchos correos electrónicos diciéndole: “Yo lo escucho, todo el mundo dice que hace muy buen cine. Pero yo no puedo hablar de cine porque no sé. Sin embargo yo he visto y sé mucho de minería y de ella hablo muchísimo. Usted no hable de minería porque no sabe”. Claro, lo escribo más suavecito, pero a esto apunto. Allá en Buenos Aires no controlan las inundaciones de La Matanza, el Riachuelo es una vergüenza, ¿y quieren decirnos a nosotros que no controlamos una sola mina que está en la montaña, muy lejos de la población? No entienden que la gran minería ha evolucionado tanto como las tecnologías agrícolas. Es decir, ya no se vuela con pólvora prendiendo la mecha corriendo para esconderse como antes. Ahora toda herramienta está controlada.


-¿Cómo se responde a esa desinformación?


-Explicando. Yo siempre uso las homologías. En el campo, por ejemplo, aprendieron a manejar los materiales tóxicos. Se hacen experimentos para reducir los daños y también los efectos residuales. Los ingenieros agrónomos han avanzado mucho. De la misma manera los ingenieros en minas hemos hecho lo mismo. Nosotros trabajamos con el mismo grado de responsabilidad para reducir los daños. Es decir, la minería también ha aprendido a trabajar de forma segura. Hemos evolucionado en la misma dirección.


-¿Qué expectativas tiene?


-Yo creo que vale la pena informar a la gente. Y que te escuchen. Porque la misión acá es ir a dar a conocer qué es la minería. Es una linda vidriera lo que se lleva y realmente espero que los activistas contra la minería vayan. Eso sí, que estén dispuestos a escuchar y preguntar sin agredir. Porque lo que nosotros hacemos es dar a conocer.