Cuando la mujer entra en etapa de desarrollo, uno de los signos más evidentes es la menstruación, y con ella un sinfín de síntomas que cada cuerpo percibe de diferentes maneras. Dolores físicos, malestar, cambios de humor, cólicos, calambres entre otros son algunos de los síntomas. Es común que ya en edad escolar se hable de esta etapa que vive la mujer durante gran parte de su vida, pero, ¿qué sucede con los hombres?
Parece ilógico pensar que el sexo masculino pueda transitar un periodo parecido al de las mujeres, y para ser francos, no es literalmente similar, pero se ha comprobado que, durante un tiempo, los hombres transitan por algo similar, denominado el “Síndrome del hombre irritable”.
El término fue acuñado por Gerald A. Lincoln a principios de este siglo. Jed Diamond, terapeuta y autor del libro “El síndrome del hombre irritable”, ha explorado la existencia del “periodo” en los hombres, basándose en la teoría que ellos suelen tener ciclos hormonales.
Una encuesta realizada en 2015 por VoucherClound en el Reino Unido sobre una muestra de 1250 británicos mayores de 18 años, determinó que los encuestados padecían de manera frecuentes los mismos efectos secundarios comunes del Síndrome Premenstrual que experimentan las mujeres. Los datos revelaron que un 56% sentía irritabilidad, 51% más cansancio de lo normal, 47% aumento de antojos (como chocolates o golosinas), 43% estaba constantemente hambriento y 43% se molestaban con facilidad.
Además de esto, el 15% de estos hombres dijeron que se sentían "hinchados" y el 12% confesó que eran más sensibles con relación al peso.
Según Diamond, este síndrome aparece entre los hombres a partir de los 40 años, cuando los niveles de testosterona descienden de manera brusca, donde el comportamiento masculino tiende a ser más violento, y la irritabilidad y el apartamiento vienen con una deficiencia de la hormona. En su libro trabajó con 10.000 formularios, y la conclusión fue que el 46% de los consultados estaban a menudo o casi siempre estresados, el 40% casi nunca se sentía sexualmente satisfecho y el 21% afirmó estar a menudo deprimido o irritable.
La diferencia de este fenómeno con el ciclo femenino es que no es durante un periodo de tiempo determinado, sino que depende de distintas variables como el nivel y las fluctuaciones de testosterona, condición física o la frecuencia de las relaciones sexuales.
Pese a los estudios, hay profesionales que sostienen que mientras el periodo femenino es un hecho, el masculino no está del todo demostrado, considerándolo más como una “crisis de la mediana edad”, por lo que faltaría más investigación para consolidar la teoría.
Lo cierto es que hay estudios que demuestran que los hombres también “tienen sus días”, sea por la crisis de la mediana edad o por el Síndrome del Hombre Irritable.