Kingston ha concebido el dispositivo como un accesorio con el que poder almacenar y reproducir contenidos multimedia en un iPod, iPhone o iPad mediante la correspondiente aplicación descargable desde la App Store. Es un dispositivo bastante útil, versátil y compatible más allá de los productos Apple.
EL FORMATO
Con el tamaño aproximado de un smartphone (121.5 × 61.8 × 9.8 milímetros) y un peso inferior a los 100 gramos, el Wi-Drive es muy cómodo para llevar y bastante estético, gracias a su carcasa de bordes redondeados.
Toda la configuración del dispositivo se hace de forma remota. Sus controles físicos se reducen a un botón de encendido en el lateral, un pequeño orificio para resetear la unidad insertando un clip y dos LED de estado. La autonomía de su batería ronda las cuatro horas transmitiendo datos a pleno.
Para llenar el Wi-Drive de contenidos basta con conectarlo a cualquier equipo (PC o Mac) mediante un cable MiniUSB del que también obtiene la carga. Al conectarse, el Wi-Drive se comporta como cualquier otra unidad externa. Como primer defecto se puede mencionar que quizá la conexión podría haber sido MicroUSB, que es un estándar mucho más universal y permitiría alimentar el dispositivo con los cargadores de cualquier smartphone del mercado.
EL PRIMER ACCESO REMOTO
Si el usuario dispone de un iPhone, iPod Touch o iPad, basta con descargar la aplicación Wi-Drive de la App Store. Al iniciar el programa, le preguntará al usuario si desea que el Wi-Drive cree su propia red o que se conecte a una zona Wi-Fi ya establecida. En el primer caso, conviene saber que la red que el Wi-Drive crea por defecto está abierta, así que lo primero que habrá que hacer en la configuración será encriptarla y protegerla de ojos ajenos con una contraseña.
La última versión del software Wi-Drive no sólo permite reproducir, subir o descargar archivos, también permite transferir ficheros de hasta 10MB a la dirección del dispositivo enviándolos por correo electrónico. Un verdadero servidor de archivos inalámbrico y de bolsillo.
Para reproducir los archivos, el dispositivo que se use como cliente (iPad, iPhone, etc.) debe contar con el software apropiado de reproducción. El Wi-Drive es sólo un sistema de almacenamiento inalámbrico. Nada más.
Applexclusividad
Por algún motivo sin duda comercial, en Kingston han decidido vender el Wi-Drive como un accesorio para dispositivos Apple. La realidad, sin embargo, es que la aplicación Wi-Drive no es más que un interfaz que da acceso a una dirección IP gestionada mediante el correspondiente servidor HTTP tipo Apache. En otras palabras, basta introducir la dirección en un navegador web (la IP por defecto es 192.168.200.254) para acceder a la estructura de directorios y a los archivos de configuración.
Es decir, que es posible acceder al pequeño servidor accedido desde una Mac, desde una PC portátil, desde una tablet Android y desde cualquier otra computadora.
Por supuesto, la experiencia de navegación por el servidor Web no es tan agradable como en la aplicación nativa para Apple, y depende bastante del navegador que el usuario utilice. La contraseña que se haya introducido al principio también se solicita al entrar al servidor desde el navegador, por lo que que no hay problemas de seguridad. De esta forma el usuario puede bajar archivos, subirlos o reproducirlos en una red.
Ideal para el trabajo en equipo de modo rápido, seguro, cómodo y accesible.

