Libox ofrece una interfaz única y consistente para acceder y compartir música, vídeos y fotos desde cualquier dispositivo.

Hoy en día la mayoría de las personas posee un gran número de dispositivos capaces de mostrar fotos, así como de reproducir música y vídeo. Sin embargo estos aparatos son a menudo de diferentes fabricantes, ejecutan distintos sistemas operativos, y no se comunican bien entre sí. La empresa llamada Libox, espera poder resolver este problema ofreciendo un servicio que facilita a los usuarios el acceso a fotos, videos y música desde casi cualquier dispositivo conectado a Internet.

Su fundador, Erez Pilosof, afirma que creó Libox, con sede en Tel Aviv, Israel, después de pensar en lo que más le molestaba como consumidor. La gestión y el intercambio de los medios "parecía ser algo muy limitado, tedioso y problemático", afirma. Pilosof deseaba crear un servicio que proporcionase una experiencia consistente, sin importar cómo deseara acceder el usuario a sus medios.

Libox permite a los usuarios sincronizar y compartir medios a través de sus aplicaciones de escritorio y una aplicación web a la que se puede acceder desde un navegador. La aplicación web utiliza HTML 5, una tecnología a la que el iPhone y el iPad de Apple pueden acceder, así como los teléfonos inteligentes Android y una variedad de otros dispositivos móviles. Dentro de pocos meses, Libox planea lanzar aplicaciones nativas móviles optimizadas específicamente para el iPhone, el Android, y el iPad.

Para utilizar el servicio básico, que es gratuito, el usuario tiene que instalar el software Libox en un ordenador de escritorio. Este software detecta y procesa todos los archivos multimedia en el equipo y procesa los nuevos cuando el usuario los carga en el sistema. A diferencia de muchos otros servicios de sincronización, Libox no traslada los datos de los usuarios a sus propios servidores. En cambio, la empresa utiliza algoritmos de intercambio peer-to-peer para distribuir los datos a través de los dispositivos del usuario. Por ejemplo, cuando un usuario accede a una canción desde un teléfono inteligente, Libox podría estar enviando esa canción al teléfono desde la máquina de escritorio del usuario.

Unos algoritmos que tratan de predecir qué tipo de contenido el usuario desea acceder ayudan a que la arquitectura funcione sin problemas, asegura Pilosof. Estos algoritmos pueden detectar que un usuario ha estado escuchando cinco canciones muchas veces, y después almacena las canciones localmente en el teléfono inteligente para facilitar su acceso.

Los usuarios de Libox también pueden compartir multimedia entre sí. En ese aspecto, la tecnología funciona en gran parte como cuando se produce la sincronización entre varios dispositivos propiedad del mismo usuario, y una vez más los algoritmos de la compañía tratan de predecir la mejor manera de distribuir el contenido. Si un amigo tiende a acceder a fotos compartidas de forma inmediata, Libox dará prioridad a la transferencia de esos archivos tan pronto como estén disponibles.

Esta herramienta pretende estandarizar la forma de compartir multimedia en dispositivos móviles.