Hoy en día existe una clara preferencia por los smartphones y los tablets, por sobre cualquier otro tipo de dispositivos. De las netbooks ya casi ni se habla, y las notebooks se han movido un poco más al segmento de las computadoras para el hogar.

Por ahora, esta tendencia no va a disminuir, teniendo en cuenta que Google, Microsoft, Samsung e incluso Apple, siguen anunciando más y más modelos de tablets y smartphones. Los motivos de la preferencia de los usuarios son, claramente, precio y portabilidad. Con estos dispositivos podemos ver videos, escuchar música, leer, conectarnos a Internet y un largo etcétera a un costo relativamente bajo. Pero siguen teniendo un punto débil que hace que, indefectiblemente, las consideremos como dispositivos recreativos: la productividad. El problema está en la falta de teclado, y en menor medida de un dispositivo señalador, como un mouse o trackpad, por lo que casi nadie se los plantea como equipos "para trabajar".

Por esto, Intel lanzó hace tiempo la idea del "ultrabook", un dispositivo que combina perfectamente portabilidad y productividad. En su visión, la empresa señala que debe ser ligeros, con buena duración de la batería, y rápidos, entre otros detalles específicos (ver Características).

Para instalar su idea de los ultrabooks, Intel repartió cerca de 300 millones de dólares entre los fabricantes, para fomentar el desarrollo de equipos de estas características, porque entendía que "las empresas eran incapaces de crear por sí solos un diseño así". Evidentemente se apunta competir con equipos como el MacBook Air, que en lugares como Estados Unidos o muchos países de Europa, son claros favoritos antes que las PCs u otras notebooks.