Un truco con píxeles ayuda a crear una pantalla más brillante. Las tabletas podrían ser más liviana y durar más gracias a esta nueva tecnología en pantallas con mejor calidad de imagen.

La brillante y hermosa pantalla del iPad tiene un precio: una batería que supone la mayor parte del peso. Una nueva tecnología de pantalla diseñada para tabletas utiliza una cuarta parte de la energía consumida por las pantallas al tiempo que mejora la gama de colores y la resolución.

La búsqueda del color marca a los fabricantes. Existe una tableta de 10.1 pulgadas, que utiliza la tecnología de pantalla PenTile, que justamente optimiza la calidad de muestreo de colores.

La tecnología, desarrollada por Samsung y su filial, Nouvoyance, utiliza un diseño de píxeles que permite pasar más cantidad de brillo procedente de la retroiluminación. Combina esto con algoritmos que dinámicamente atenúan la retroiluminación en base a la imagen en la pantalla.
"La gente quiere al menos 10 horas de autonomía en sus tabletas", así como pantallas que tengan más color y resolución, afirma Joel Pollack, vicepresidente ejecutivo de Nouvoyance.

Una pantalla LCD estándar utiliza una arquitectura de píxeles llamada tira RGB, en la que cada píxel se crea con subpíxeles rojos, azules y verdes que filtran el color de una retroiluminación blanca. El proceso es muy ineficiente: más del 90 por ciento de la retroiluminación se pierde.
Normalmente, para aumentar la resolución, el número de píxeles debe aumentar, al igual que el número de transistores utilizados para el control de los píxeles. El problema es que los transistores bloquean parte del píxel. Algunas pantallas pequeñas se construyen con un proceso que permite reducir los transistores y aún así suministrar la cantidad de corriente necesaria para hacerla funcionar, pero esto resulta difícil de escalar a pantallas más grandes como las de las tabletas y las televisiones. Normalmente, a medida que la resolución aumenta, afirma Pollack, "la cantidad de superficie por la que pasa la luz se hace más pequeña".

El diseño de píxel de Nouvoyance, llamado PenTile, permite que pase más luz de dos formas. En primer lugar, los subpíxeles rojos, azules y verdes son más grandes que los de las pantallas tradicionales. En segundo lugar, uno de cada cuatro subpíxeles es transparente. Esto significa que la retroiluminación puede utilizar menos energía y brillar con más fuerza.

"Casi ninguna luz es absorbida [por los píxeles transparentes], lo que proporciona enormes ventajas para cualquier contenido que tenga algún componente de blanco", afirma Pollack. "Y si nos fijamos en las cosas, casi todo tiene algo de blanco".

Una cantidad menor de subpíxeles por lo general significaría una resolución más baja. Sin embargo la pantalla PenTile usa subpíxeles individuales para engañar al ojo y hacer que perciba la misma resolución. Además, usa cerca de 1/3 de los subpíxeles de una tira RGB.

Ya hay 75 productos diferentes en el mercado con pantallas PenTile, sobre todo pantallas de matriz activa de diodos emisores de luz orgánicos (AMOLED, “Active-Maxtrix Organic Light-Emitting Diode”) para teléfonos y cámaras. "La tecnología de fabricación actual para depositar los materiales orgánicos limita la densidad de píxeles real", explica Paul Semenza, analista de la firma de investigación Display Search. "Así que utilizando PenTile, algunas de las pantallas Amoled para teléfonos inteligentes han sido capaces de lograr una mayor resolución "efectiva".

La pantalla PenTile también utiliza algoritmos de procesamiento de imágenes para determinar el brillo de una escena, oscureciendo de forma automática la retroiluminación para las imágenes más oscuras. Un prototipo fue mostrado en la conferencia de la Sociedad para la Visualización de la Información hace algo más de un mes en Los Ángeles.

"La combinación de resolución más alta y menos consumo podría ser importante para las tabletas", afirma Semenza, "dado el hecho de que funcionan con baterías y tienen grandes pantallas, y teniendo en cuenta que se espera que tengan resoluciones más altas".

Sin embargo afirma que los fabricantes todavía podrían encontrar maneras de utilizar matrices de alta resolución de transistores, parecidas a las que se encuentran en pantallas más pequeñas como la pantalla Retina del iPhone 4, que "ha puesto el listón muy alto para el rendimiento en dispositivos móviles", afirma Semenza.