En estos días se lleva a cabo en Ámsterdam la IBC 2013, una de las ferias más importantes para la industria global de medios electrónicos. Durante esta cita, donde el protagonista principal ha sido el 4K, la televisión pública japonesa (NHK) ha anunciado que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se retransmitirán en resolución 8K. Sin duda, uno de los mejores escaparates para hace pública esta nueva forma de ver los contenidos televisivos. Aprovechando los años de ventaja que lleva el país nipón probando esta nueva tecnología en sus emisiones televisivas, Japón se anima a encarar el desarrollo de la Super Hi-Vision (SHV) en 8K. Esta tecnología de imagen proporciona una resolución 16 veces superior a la alta definición -1080p- y hasta 75 veces superior al sistema PAL -768X576-, sistema más difundido en la actualidad. La tecnología 8K tiene una calidad de imagen próxima al 3D, en parte por sus 4.000 líneas de escaneo horizontal que generan una resolución de 7680×4320 píxeles.

El mayor obstáculo que tiene el 8K a día de hoy es el de integrar su resolución en imágenes 2D. Según explica uno de los investigadores en los laboratorios de NHK en Japón, el ojo humano no está preparado para procesar resoluciones superiores al formato 8K en dos dimensiones. La solución a este problema es desarrollar tecnologías de salida de vídeo de última generación basadas en la tecnología 3D estereoscópica, algo muy diferente a las imágenes 3D que los televisores actuales son capaces de emitir.

Más allá del coste de estos televisores, que se irá reduciendo con el paso del tiempo, otro de los problemas que frenan la popularización de las tecnologías actuales, como el 4K, es la falta de contenidos adaptados a este formato.