Los arquitectos muy pronto olvidarán lo que es armar a mano una maqueta edilicia: ya existen impresoras que lo hacen por ellos.
Pero esta no es la única funcionalidad de la tecnología de impresión 3D. En South Park, San Francisco, Bespoke está fabricando partes corporales. Son verdaderas prótesis revestidas de cuero bordado, metal reluciente o cualquier otro material.
El objetivo es vender cubiertas de prótesis e imprimir extremidades enteras, las cuales en principio costarían una décima parte que los miembros artificiales fabricados con métodos tradicionales.
“Quería crear una pierna que tuviera un nivel de humanidad” opina Scott Summit, fundador de Bespoke. “Es muy desafortunado que la gente hayas tenido un producto que es una parte tan importante de su vida y que estuviera tan falto de diseño”, agrega.
Una impresora 3D, que no tiene nada que ver con las impresoras de papel, crea un objeto al apilar una capa de material (plástico o metal) encima de otra.
La tecnología ha sido adaptada como una herramienta usada por los fabricantes y diseñadores para construir prototipos. Actualmente, empresas de todo el mundo han invertido cifras de entre 10.000 y 100.000 dólares en la compra de estos equipos, creando un nuevo tipo de industria y negocios nunca antes posibles, para fabricar estuches para el iPhone, lámparas, picaportes, joyas, bolsos, frascos de perfume, ropa y maquetas arquitectónicas.
Las marcas de renombre en este negocio emergente son Alibre y Autodesk para el software de diseño, Shapeways para las impresiones y LGM en la fabricación de artículos utilizando estos dispositivos.
Imprimiendo viviendas
Una compañía nueva californiana incluso está trabajando en la impresión de casas. Su impresora sólo puede transportarse en un gran camión con acoplado, y utiliza diseños emitidos por computadora para lanzar capas de concreto especial, logrando construir así paredes enteras para casas.
Es fabricación con un clic del mouse en vez de martillos y clavos. Los expertos opinan que al eliminar el trabajo manual, la impresión 3D podría renovar la economía de la manufactura y revivir la industria al tiempo que aumentarían la creatividad y la inventiva.

