La principal fuente de ingresos para las empresas vinculadas a internet es la publicidad que se muestra en los sitios. Sin embargo, esa publicidad puede llegar a ser excesiva y demasiado agresiva en algunas páginas, haciendo aparecer ventanas pop-up, banners que se despliegan sobre toda la pantalla, o videos que no pueden saltarse hasta que haya transcurrido un mínimo de tiempo. Para evitar esta invasión de publicidad se crearon algunos plugins (complementos) para el navegador, como el conocido AdBlock, que permiten ver los contenidos de una página pero no los anuncios. Pero hace poco se ha sabido, a través del sitio alemán de noticias Horizont, que Google estaría pagando a Eyeo, que desarrolla AdBlock, para que sus anuncios sí se muestren en lugar de ser bloqueados. Esto, en pocas palabras, significa que recibe dinero por no hacer lo que sus usuarios le piden que haga. ¿Adiós AdBlock?