Hace 3 años, se transmitió por primera vez información en una línea cuántica de 144 kilómetros de distancia. Este nuevo record acercó al mundo a una red mundial de comunicación basada en la criptografía cuántica.

Estos144 kilómetros separan dos puntos de las islas canarias de Tenerife y La Palma. El anterior record estaba en sólo 23 kilómetros. Este episodio, fue un paso más hacia la utilización de la criptografía cuántica para proporcionar comunicaciones imposibles de “pinchar” o espiar y desea aplicarse en la transmisión de información totalmente segura entre satélites o de satélites a centros de comunicación de cualquier parte del mundo. En el mundo ya se implementan enlaces cuánticos para transmitir transferencias o pagos electrónicos que involucren un movimiento de mucho capital. Sin embargo, este tipo de sistemas que parecían ser indescifrables, ya han sido hackeados por científicos, lo que demuestra que no son invulnerables.

La idea de estos enlaces, es el empleo de los principios de la mecánica cuántica para crear una clave de encriptación en dos sitios diferentes simultáneamente, para brindar alta seguridad en las transmisiones.

La criptografía cuántica permite enviar mensajes de un punto a otro del espacio haciendo muy difícil que alguien pueda interceptarlos, ya que cualquier observación del mensaje altera el estado de sus partículas y delata al intruso.

Esto se consigue enviando el mensaje digital sobre un haz de luz polarizada y alternando la dirección de su polarización. Debido a que los impulsos de luz pueden tener diferentes polarizaciones, es posible enviar un mensaje digital a lo largo de un rayo de luz.

Alta seguridad, vulnerada

Este sistema de comunicación es altamente seguro porque es prácticamente imposible saber con certeza el estado de polarización en que se ha creado un fotón determinado. Si hay un intento de interceptar el mensaje, el estado cuántico de los fotones se ve alterado inmediatamente.

La razón por la cual estos sistemas aún no están tan difundidos, siendo que desde hace tres años permiten transmitir a distancias de cientos de kilómetros con muy alta seguridad, es su costo de implementación. Por otro lado, científicos de diferentes universidades ya han logrado detectar vulnerabilidades, que hacen factible la intercepción de esta información, por lo que queda mucho por investigar respecto a la metodología de transmisión.