En algunos casos, un dominio de internet es mucho más que una simple dirección. Nombres como Google.com o Amazon.com representan a un universo de servicios creados exclusivamente para la web y que con el tiempo se han convertido en empresas de enormes dimensiones. Hace algunos años (sobre todo durante la llamada ‘explosión de las puntocom’) la cantidad de dominios registrados fue muy alta, a partes iguales entre la especulación por hacerse con nombres especiales como para asegurarse la posesión de la propia marca. Hoy, en cambio, este número tiene una clara tendencia a la desaceleración.
