De entre la nueva gama de dispositivos "vestibles", los que más llaman la atención son aquellos que incorporan entre sus funciones sensores biométricos, por su enorme potencial para monitorear la salud de ancianos, enfermos o personas expuestas a tareas peligrosas. Ya existen en el mercado pulseras, anillos, cintas pectorales y otros equipos que pueden medir la presión sanguínea, el pulso cardíaco, la temperatura corporal, etc., pero hasta ahora todas ellas eran de código y diseño cerrado. Esto quiere decir que el software que utilizan para funcionar, así como sus componentes y circuitos internos son propiedad exclusiva de sus fabricantes. La novedad es que ya existe "Ángel", una pulsera con sensores biométricos que además de las funciones ya mencionadas, es capaz de recoger algunos otros datos más específicos, como el nivel de oxigenación en sangre. Los datos obtenidos pueden ser transmitidos a un smartphone o PC, para ser analizados luego o sencillamente llevar un registro de la actividad física. Pero lo más destacado del proyecto es que tanto su diseño como su software son completamente de código abierto. Esto significa que en muy poco tiempo podríamos ver a miles y miles de programadores de todo el mundo desarrollando nuevas aplicaciones y utilidades para "Ángel" y con seguridad, muchas de ellas serán gratuitas. Por ahora está en fase experimental y a la espera de recibir suficiente financiación como para comenzar su producción de manera masiva (participa del sistema de financiación colectiva indiegogo.com). Tiene un costo de 135 dólares.
Sitio web: angelsensor.com

