En facultades de medicina de varios países se usan dispositivos de simulación cada vez más sofisticados que reproducen con creciente fidelidad las formas y el comportamiento de los cuerpos humanos. Estos equipos, que a primera vista pueden parecer simples maniquíes, simulan dilatación o contracción de las pupilas, tienen voz, pulso, ritmo cardíaco, secreciones corporales, y poseen una piel realista. Y, si las acciones del estudiante siguen vías equivocadas, estos pacientes de plástico hasta pueden simular la muerte.

Quienes hoy se preparan para ser médicos parecen tener claro que las nuevas tecnologías pueden ayudarlos a ser mejores doctores. Un entorno virtual, por ejemplo, podría beneficiar a los estudiantes para aprender cómo entrevistar a un paciente.

Tiempo atrás, y aunque sin un valor probatorio definitivo, una investigación publicada en la revista de cirugía “Archives of Surgery”, señalaba que los cirujanos que pasaron más tiempo y obtuvieron una mayor puntuación jugando a videojuegos, se habían desempeñado mejor suturando y realizando intervenciones laparoscópicas.

No con videojuegos, pero sí con simulaciones, se está trabajando en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. El Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía (Citep) desarrolló Usina, un simulador virtual de toma de decisiones para todos los profesores de la universidad, y que es muy utilizado por los docentes de la carrera de Medicina.

El sistema Usina permite a los docentes crear simulaciones parecidas a situaciones de la realidad. A esta herramienta se accede a través de Internet, lo que permite que los estudiantes la usen en clase o desde sus casas, y en las simulaciones pueden incorporarse textos, videos e imágenes (radiografías, por ejemplo).

“ La idea es que, a partir de la simulación, los estudiantes entiendan la complejidad del desempeño profesional, y según algunas pruebas que hicimos, los alumnos evaluaron muy bien la herramienta, señalaron que les ayudó mucho a entender los temas tratados”, explicó la coordinadora pedagógica, Dra. Lombardo.

A su vez, Antonio Raúl de los Santos, de la Facultad de Medicina de la UBA, confirmó que en esa casa de estudios está en marcha un proyecto para instalar un laboratorio de simulación clínica.