River Plate sigue sacando jugadores de su inagotable cantera. Las últimas apariciones de Echeverri, Mastantuono, Ruberto y Subiabre es apenas una muestra. Pero hay más en las divisiones inferiores esperando su oportunidad.
Y uno de los nombres que sobresalen es el de Giorgio Costantini, un joven de 18 años que es una de las interesantes piezas dentro del esquema diseñado por el Pichi Escudero en la Reserva que busca coronarse campeona de la Copa Proyección. Giorgio nació en Curitiba, Brasil, e hizo inferiores en Coritiba Foot Ball Club (2009-2017) y Athletico Paranaense (2017-2023), pero desde mediados del año pasado recaló en el Millonario, donde comenzó a hacerse un camino y hoy se encuentra a un paso de cumplir su sueño de chico: jugar en el Monumental con la banda roja cruzada en el pecho.
Entrevistado por Infobae, el futbolista contó su particular historia de vida donde reveló su raíces argentinas, especialmente con San Juan
“Cien por ciento brasieleño no soy. Tengo familia argentina. O sea, tan raro no fue. También mi familia es hincha de River, entonces no fue nada tipo ‘wow’. Pero bueno, creo que fue el destino y es algo me vino muy bien”, expresó el chico que asoma como uno de los futuros talentos que puedan llegar a Primera.
La pasión por River Plate atraviesa generaciones en la familia. Constantino Francisco Costantini, un sanjuanino que, siendo muy joven, se trasladó al sur de Brasil y se estableció en Curitiba, capital del estado de Paraná, fue el encargado de transmitir su pasión por los colores millonarios producto de su devoción por La Máquina, el mítico equipo en la década del 40.
La tradición riverplatense continuó con Paula, hija de Francisco, quien nació en Córdoba y en la facultad conoció a su esposo, Alexandro, un brasileño que llegó a estudiar a Argentina. La pareja decidió radicarse en Curitiba, donde mantienen viva esta pasión, transmitiéndola a sus hijos. El legado se refleja en cada rincón familiar. Uno de sus nietos lleva el nombre Enzo, un tributo directo al ídolo Enzo Francescoli, y los encuentros en la quinta familiar no estarían completos sin la icónica camiseta blanca con la banda roja que él se encargaba de proveer para todos. Además, las celebraciones de cumpleaños de los niños siempre llevaban el sello de River: desde la decoración de las tortas hasta la temática general, todo giraba en torno al club de sus amores.
“Mi abuelo fue el que arrancó todo. Mi abuelo, el padre de mi papá, es sanjuanino y él empezó a hinchar para River en la época de La Máquina. Él arrancó con la pasión Riverplatense”, dijo Giorgio.
“Yo tomo la decisión de salir del Paranaense en mayo y bueno, surge la oportunidad de venir a probarme en River. Vine y me recibieron muy bien, tanto los jugadores como el cuerpo técnico. Muy buena la experiencia la verdad. Fue distinto de lo que pensaba, porque me sorprendió. La prueba me la tomó Jonathan Larrosa, que sigue siendo el técnico de la Sexta División”, agregó.
Al describirse como jugador, dijo que “siempre trata de aportar para el equipo, creo que tengo una buena visión de juego. Soy zurdo, enganche, pero puedo jugar de 8 o de 5 solo también. En Brasil, en las inferiores del Paranaense, jugué esos cuatro años de 5. Acá primero jugué en la Sexta con Larrosa de doble cinco o de 8. Era el que tenía más salida. Ahora este año empecé a jugar de enganche, algo que ya hice cuando era chico, creo que es la posición que más me gusta; pero con tal de jugar en mitad de cancha puedo hacerlo en cualquier lugar”.