"Debido a una falla en una de las bombas de la planta potabilizadora, la misma se encuentra sin funcionar. Esto provoca que algunos sectores del departamento se encuentren sin el servicio de agua. Por tal motivo se pide el cuidado y uso consciente del agua hasta que se solucione el problema". Este es el comunicado que el martes pasado emitió el interventor de la Unión Vecinal Valle de Zonda, que maneja este servicio. Pasaron los días y aún unas 720 familias, de 6 barrios de este departamento, enfrentan la odisea de vivir sin agua con días de extremo calor. Pese a que reemplazó la bomba rota por una nueva, el servicio no se restableció.
Patricia Giovenco es una de las vecinas del Barrio Conjunto 1 que no tiene agua desde el martes pasado y que se las ingenia para poder sobrevivir sin este líquido vital y con temperaturas que superan los 35 grados. "Ya no sabemos qué hacer. Tras el revuelo que armé en las redes sociales, pasó por algunos barrios el camión tanque del municipio repartiendo agua. Pero que no es segura para el consumo, así que la usamos para higienizarnos un poco y lavar la ropa de vez en cuando. Bebemos agua envasada que pudimos comprar y para cocinar usamos el agua que nos trajeron pero después de hervirla por varios minutos. La verdad que no se puede vivir así", dijo la mujer.
Hace un par de años, Beatriz Estrada, del Loteo de calle 25 de Mayo, se compró una cisterna porque ya era habitual la disminución de la presión de agua en la zona durante el verano. Pero en esta ocasión no le fue de gran ayuda. "Como nos enteramos tarde de la rotura de la bomba de agua de la planta potabilizadora, estuvimos usando el agua de la cisterna normalmente hasta que se acabó. Se vació porque no le estaba ingresando agua. Así que tuvimos que empezar a acarrear agua en bidones desde la unión vecinal, que está a 15 cuadras. Es que por este barrio no pasó el camión del municipio así que no tenemos agua ni para usar en el baño. El viernes por la noche comenzó a salir un chorrito de agua, pero no llegó ni a llenar la cisterna y se volvió a cortar", dijo la vecina.
Frente a este reclamo, Walter Correa, interventor de la Unión Vecinal Valle de Zonda, que maneja el servicio del agua potable, sostuvo que el jueves pasado por la tarde se reemplazó la bomba rota por una nueva, pero que el suministro aún no se normalizó por diferentes razones. "Reemplazamos la bomba como a las 17 del jueves y se puso en funcionamiento. Pero hay que esperar cerca de 24 horas para que se llenen las piletas de la planta potabilizadora para recién comenzar con la distribución. Y, una vez que se distribuye el agua, hay que esperar un poco más para que la misma elimine el aire que contienen. Pero hubo un obstáculo inesperado. El ventarrón del viernes por la noche provocó varios cortes de luz en Zonda y las bombas dejaron de funcionar y se detuvo el llenado de las piletas", dijo Correa.
Sostuvo que si los cortes de luz no se repiten, hoy debería ser normal el suministro de agua en los barrios afectados.
El interventor agregó que, a través de un convenio, OSSE fue quien cedió la bomba nueva para solucionar el problema, pero con pedido de restitución. Y que no sabe cuándo se podrá devolver una bomba nueva a esta entidad, por falta de fondos. "Cuando asumí como interventor hace 2 años, sólo el 10% de 1.800 usuarios pagaba la boleta del agua a la Unión Vecinal. Actualmente lo hace poco más del 50%, pero la recaudación sólo alcanza para pagar la factura de la luz. El mes pasado fue de $688.000. Sin recursos no se puede hacer mejoras", se defendió Correa.