�Al describir las condiciones de vida en la Antártida, Ana Zimerman, jefa de Medicina Antártica, explicó que “la noche polar influye en el físico: se registra fatiga, hay cambios en la velocidad de respuesta y aumenta la tasa de traumatismos por fallas en la atención y falta de sueño”. Por eso, los especialistas quieren “evaluar el funcionamiento del sistema nervioso autónomo, que es independiente de nuestra voluntad y que se autorregula”.
