La Cámara de Diputados ayer convirtió en ley el proyecto que establece la prohibición total de fumar en ambientes públicos, impide la publicidad, promoción o patrocinio de actividades por empresas tabacaleras y obliga a los fabricantes a incluir mensajes que alerten sobre los efectos que causa el cigarrillo. Ahora sólo resta que el Ejecutivo la promulgue para que entre en vigencia en todo el país. De acuerdo a la iniciativa, no se podrá fumar en lugares de trabajo cerrados ni en cualquier espacio cerrado destinado al acceso de público y establece que los no fumadores ‘tendrán derecho de exigir al responsable del local que conmine al infractor a cesar en su conducta‘. Tampoco se podrán vender, exhibir, distribuir y promover productos elaborados con tabaco en escuelas, hospitales; oficinas y edificios públicos; medios de transporte públicos; museos, clubes y salas de espectáculos públicos como cines, teatros y estadios. Entre otras cuestiones, la ley establece además infracciones equivalentes en pesos al valor de entre 250 a 1.000.000 de paquetes de 20 cigarrillos de los de mayor precio, así como prevé el decomiso y la destrucción de materiales elaborados con tabaco y la clausura del local, donde no se cumplan las disposiciones de la norma. La iniciativa permite fumar en patios, terrazas y balcones, salvo que estos espacios pertenezcan a hospitales y escuelas.