Cuando la crisis de principios de esta década asfixiaba al país, los clubes de trueque se convirtieron en una alternativa para sobrevivir ante la falta de dinero. El fenómeno del intercambio fue furor y en 2003 beneficiaba a 80.000 sanjuaninos. Pero paulatinamente el canje perdió fuerza y a fines de 2004 prácticamente desapareció. Sin embargo, en Las Lomitas, Albardón, reflotaron la actividad y con una cuota de ingenio: el intercambio no es con exposiciones, sino del tipo delivery, es decir, a domicilio.
El club se llama "El gran cambio" y quien lo formó es Claudia Almonacid (39), docente de Inglés sin trabajo. "Desde hace mucho tiempo que venía con la intención de organizar un club de trueque, pero no me daban los tiempos. Cuando me quedé sin trabajo, me empecé a mover, visité a vecinos, fui a las radios, puse un par de avisos, y rápidamente comenzamos a tener socios", dijo Claudia.
En "El gran cambio" se puede intercambiar bienes y servicios a domicilio, con un máximo de 50% de dinero en caso de que haya una diferencia insalvable en el valor de lo canjeado. "Cada socio tiene en su casa un listado con los demás asociados, en el que figura el servicio o bien que ofrece, sus domicilio y teléfono. Entonces, si un socio necesita un plomero, hace el contacto, ofrece lo que tiene y, si ambos llegan a un acuerdo, se concreta el intercambio", dijo Claudia. La idea del trueque a domicilio surgió, según Claudia, por la idiosincrasia del sanjuanino. "Nos gusta ser atendidos en casa, que uno sienta la atención personalizada. Además, creo que así se facilita la negociación", apuntó Almonacid.
La modalidad delivery es novedosa incluso ante la variedad de propuestas en el apogeo del trueque en la provincia, cuando había agrupaciones como una que intercambiaba solamente comida; otra que remataba elementos a los mejores postores, siempre sin dinero; el bautizado "trueque-móvil", con remiseros que hacían viajes a cambio de alimentos no perecederos; o el escolar, donde se canjeaba útiles y guardapolvos.
Almonacid indicó que en el club albardonero ya hay carniceros, artesanos, albañiles, pintores, vidrieros, una feria americana de ropa, calzado y telas, una familia que hace ladrillos, entre otros rubros, y que a medida que se va corriendo la voz, se van sumando más miembros. Para los interesados, el teléfono de contacto de Claudia es el 154044988, mientras que el domicilio es Manzana D, Casa 1, barrio Santa Bárbara I, Albardón.
Apogeo y caída
En tiempos del helicóptero de De la Rúa, el corralito y una crisis galopante, empezaron a surgir los clubes del trueque a fines de 2001. A falta de dinero, la gente intercambiaba bienes y servicios sin plata de por medio. En octubre de 2001, el Programa de Autosuficiencia Regional fundó el primer club del trueque, con 100.000 asociados en todo el país. En abril del año siguiente los socios sumaban un millón y en 2003, ya eran 6 millones. En San Juan, los clubes surgieron de manera espontánea en enero de 2002, cuando un grupo de personas empezó a intercambiar ropa por verduras, en el playón de la Feria Municipal de la Capital. Luego se fueron sumando agrupaciones, parroquias y uniones vecinales y se introdujeron los llamados "créditos", unos cupones que reemplazaban al dinero y que se envolvieron en polémica cuando descubrieron falsificaciones. La entrega de Planes Jefes de Hogar, que benefició a unos 40.000 sanjuaninos y una paulatina mejora en la coyuntura social, hizo desaparecer los clubes de trueque. Sin embargo, en Albardón, y con una vuelta de tuerca, el canje volvió a la superficie.

