Una familia completa vive desde hace meses en su camioneta en una de las principales plazas de Capital. Aunque solicitaron ayuda al gobierno provincial y municipal, no tuvieron respuestas y pasan los días entre 4 asientos. 

Julio Iñigues tenía una vida normal. Durante 33 años trabajó en una tradicional confitería El Molino de Capital, pero tras su cierre se quedó sin trabajo. Fue entonces cuando empezó su emprendimiento y las cosas iban bien con la venta de semitas y pan casero.  "Vendía muchos panes, me iba bien. Después vino la pandemia y la crisis económica que cada vez está peor", dijo. 

Mientras las ventas venían en picada, otra vez la familia recibió un duro golpe. La casa que habitaban y donde hacían de caseros fue vendida y terminaron en la calle sin medios económicos para poder hacer frente a un alquiler. 

Sin lugar donde residir, el matrimonio decidió vivir en su Eco Esport en la Plaza de Trinidad, en Capital. Son 5 los meses en los que la movilidad se volvió parte del paisaje, todos en la zona los conoce y colabora en lo que puede. Es que la familia no pide nada, sólo calienta agua o la refresca y carga el único celular que tienen en la estación de servicio que está cerca. 

Dentro de la movilidad están buena parte de sus pertenencias y lo necesario para el trascurrir diario. Es que los dos chicos, de 10 y 7 años, no dejaron de ir a la escuela y por ende, realizaron sus tareas en la plaza. "Son chicos buenos, si viera la libreta con la que pasaron de grado", dijo emocionado y orgulloso el hombre de 58 años. 

Por las mañana Julio se dedica a elaborar en la casa de un familiar (allí mismo cocina el almuerzo para su familia)  los productos de panadería que vende en la tarde. Su esposa es quien se queda al cuidado de los chicos y de sus cosas. 

Aunque pasaron por muchas cosas, el sábado fue uno de los días más difíciles de atravesar por el calor extremo que superó los 45 grados. 

El hombre contó que solicitó ayuda, meses atrás en el Ministerio de Desarrollo Humano, pero lo derivaron a la municipalidad de Santa Lucía. En ninguno de los dos lugares obtuvo una respuesta que lo saque de la calle. "Se tiran la pelota entre ellos, hasta me llegaron a  recomendar que me encadenara con los niños en el Centro Cívico. Jamás haría una cosa así o los expondría. Yo trabajo, pero no me alcanza para alquilar un lugar", manifestó. 

Quienes quieran colaborar pueden comunicarse con Julio al 2644132922.