Los tradicionalmente llamados vinos comunes o de mesa -ahora denominados básicos-, siempre fueron el caballito de batalla de la industria local. Claro que en los últimos años también sufrieron cambios positivos ya que la aparición de vinos de calidad enológica y la incorporación de tecnología en bodegas (sobre todo las grandes), llevó a una evolución en los niveles de calidad.

En el consumo interno siguen siendo líderes aunque también tienen como destino los países del Mercosur y se han realizado algunas exportaciones a granel a Rusia, ahora afectadas por la crisis.

El tetra y la damajuana no pierden espacio en los sectores populares y el panorama no parece que vaya a cambiar a pesar de los vaivenes, si no que por el contrario se piensa que el consumo crecerá en función de que los consumidores tienden a buscar precios más bajos.

Si bien las bodegas pequeñas y medianas están muy abocadas a la elaboración de estos vinos son las grandes corporaciones las que llevan la delantera en fraccionamiento y ventas, salvo una que otra de raíz local.