Aunque en el sector vitivinícola todos andan mirando de reojo cómo les va a las cepas, cruzando los dedos para que el clima y la escasez de agua no juegue una mala pasada, y que no hayan dificultades para conseguir cosechadores por la pandemia, aquí ya comenzaron las especulaciones sobre la futura cosecha. Y como pocas veces, o nunca; los viñateros son optimistas: dicen que esta temporada que se avecina las estrellas parecen haberse alineado a su favor y creen que podrán sentarse con los bodegueros a negociar un precio conveniente para el kilo de uva.
En primer lugar, las existencias de vino en el país están acotadas, además la industria se encuentra a esta altura del año con poco stock vínico y esta vez les saldría muy caro traer vino importado de Chile porque el tipo de cambio es desfavorable. Y por último, nadie espera una cosecha abundante: por las terribles granizadas que han caído en Mendoza, sumadas a las heladas previas; y la escasez de agua más pronunciada en San Juan, nadie del sector cree que el volumen a cosechar sea mayor al del año pasado. Así las cosas, con menos vino y poca uva en el futuro, los productores tienen expectativas favorables. De producirse, será la primera vez -al menos desde que se acuerdan- que el sector primario pueda hacer valer su posición para establecer un precio conveniente. Las dos entidades viñateras tradicionales de San Juan -la Asociación de Viñateros Independientes (AVI), que conduce Juan José Ramos, y la Federación de Viñateros, de Eduardo Garcés, creen que esta vez sucederá. En la delegación local del Instituto Nacional de Vitivinicultura, que timonea Hugo Carmona, no lo ven descabellado, por los factores objetivos que se presentan en el escenario. Teniendo en cuenta que la vitivinicultura es un mercado que se abastece de expectativas, el optimismo y buen ánimo del sector primario puede producir un impacto equilibrado en los precios.
Para Eduardo Garces "están dadas todas las condiciones", dijo y mencionó que se viene una cosecha igual o menor que el año pasado y no queda mucho vino en las bodegas. Enumeró además que el consumo interno y las exportaciones siguen subiendo y que el clima ha hecho "estragos" en viñedos mendocinos, según le cuentan viñateros de esa provincia.
En las entidades aseguran que ya hay "enviados" de las bodegas visitando a los viñateros y sus viñedos, y tanteando acuerdos y mecanismos de pago, lo que da indicios de que hay preocupación en la industria. "Hay interés por la uvas y eso entusiasma a los productores" dice Juan José Ramos, que coincide en que ayudarán todos los factores enumerados anteriormente. Ramos destacó además que en estos meses cuando todos miran las estadísticas de la pandemia, los viñateros además están mirando la velocidad en que están subiendo los precios del vino y mosto, y se frotan las manos esperando que la tendencia alcista se contagie al precio de las uvas de la próxima cosecha. El litro de blanco incoloro viene subiendo a razón de 10% mensual y de estar a $8,10 en noviembre del 2019, ahora está a $20, un incremento de 135% interanual. El mosto sulfitado a principios de año se pagaba a $9,50 y ahora va por los $18 el litro, subiendo un 89,4% en 11 meses. "En nuestra entidad esperamos que la uva que el año pasado se pagó a $6,50 el kilo este año puede llega a casi el doble", dijo el dirigente. "Creo que los viñateros podremos fijar un precio que nos cubra, que tenga un ecuación que sea útil para el sector", agregó.
Esta posibilidad entusiasma a Carmona. El vicepresidente del INV dijo que "sería interesante tener un mercado de uvas y que el sector primario pueda ir programando con las bodegas para tener una cosecha 2020-2021 programada, sin sobresaltos en los precios, "más en pandemia que hay que levantar la uva con protocolos estrictos". "Ojalá que se negocie un precio justo y sin muchas cuotas para que el productor pueda recuperarse y se puedan seguir teniendo viñedos en el país", indicó. El funcionario consideró que es primordial "cuidar al productor y valorizar su esfuerzo", y celebró que existan muchas ofertas de diversas bodegas para comprar la uva, lo que pone al productor en condiciones favorables.
Vino blanco
135 por ciento subió en doce meses el precio del litro de blanco incoloro: estaba a $8,50 en noviembre de 2019 y ahora vale $20.
Existencias vínicas
La menor cosecha de uvas pasada, el crecimiento del consumo en el mercado interno y de exportaciones determino que en el primer semestre 2020 los stocks vínicos cayeron a la mitad, a 3,5 meses de stock, según cifras del INV