“En 15 días la cepa empieza a llorar, empieza el ciclo de verano y si no riego, sufre el brote y eso se traduce en una producción con menos uva. La falta de riego ahora es peor que una helada”, dijo Juan López que tiene sus parrales en calle América, entre 5 y 6. “Regaba gracias al pozo 11 que el Gobierno desmanteló para dárselo a OSSE, para potabilizar. Si hubieran puesto una bomba de 6 en vez de la de 4, hubiera alcanzado para la población y para los regantes”.