Descendiente de inmigrantes libaneses, Carlos Salim Balaá nació el 13 de agosto de 1925 en Chacarita, Buenos Aires. Hijo de una ama de casa y un carnicero, en sus inicios realizaba monólogos y hacía chistes a los pasajeros de la línea de colectivos 39, lo que le permitió adquirir experiencia; al tiempo que se desempeñaba como peón de imprenta, repartidor y administrador. Su despegue fue a mediados de los 50, cuando realizó una prueba en Radio Splendid frente a Délfor Amaranto, que lo integró en su equipo y lo reservó en 1955 para La revista Dislocada, con Jorge Porcel y Mario Sapag. Por su gran éxito lo contratan para que conduzca su propio ciclo, Balamicina. En 1964 fue contratado por Canal 13 para protagonizar El soldado Balá y allí comenzó una larga carrera televisiva durante la década del 60 y 70: El flequillo de Balá, El clan de Balá, Balabasadas, El circus show de Carlitos Balá y El circo mágico de Carlitos Balá. Sin embargo, el más recordado es El show de Carlitos Balá, desde 1979 por ATC, que en 1987 -tras un impasse- ganó un Martín Fierro como mejor programa infantil y acuñó frases como “un gestito de idea”, “eaeapepé”, “sumbudrule”, “un kilo y dos pancitos” y “qué gusto tiene la sal”. Luego se dedicó a hacer giras con su circo y en 2009 acompañó a Piñón Fijo en su show y reapareció en Justo a Tiempo, con Julián Weich, a quien cedió el famoso “chupetómetro”.