Primero fue con Jáchal; luego, hace 12 años, con Iglesia; y hoy firmarán uno con Pocito. Estos acuerdos, con los que mucha gente intercambia visitas y se crean amistades, tratan temas como negocios entre empresarios de ambas comunas, intercambio de información cultural y turística y hasta encuentros deportivos.

El clima árido y seco junto a la vid y el olivo no son las únicas características en común entre Vicuña y San Juan. También, los habitantes de las dos zonas muestran su fe en la Difunta Correa. Hace 3 años unas familias jachalleras obsequiaron a la comuna una figura de Deolinda, de unos 2 metros de largo. Hoy, más de 250 chilenos componen una agrupación de fieles a la Difunta que dona dinero para mantenimiento y cuidado del oratorio.

Desde allá, decenas de guasos, los homólogos de los gauchos argentinos, llegan para participar de la Cabalgata por la Fe y de muchas fiestas gauchas. Y desde los departamentos que ya firmaron el pacto de amistad, se realizan viajes turísticos para conocer esas tierras y músicos y bailarines folclóricos muestran su arte allá.

El deporte no se queda afuera: en fútbol, las visitas de clubes vecinales van y vienen. "Hemos hecho muchos amigos acá", comentó Fernando Guamán Guamán, alcalde de la localidad trasandina, y agregó con una sonrisa que "por eso, antes de pasar por Pocito, tuvimos que visitar Jáchal para saludar".

Hoy a las 10, en la Municipalidad de Pocito, funcionarios de ambas comunas estrecharán sus manos con otro pacto de integración y luego se cruzarán hasta la plaza para descubrir el busto de la premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, poetisa y educadora, nacida en Vicuña.