Dicen que la situación es cada vez peor y que no tienen modo de evitarla ni de hacer controles. "Cambiamos hasta el material de la confección de los carteles para evitar que se los lleven. Pero tampoco resulta", dijo Edgardo Güerci, al frente de la Dirección Provincial de Vialidad.

Al mes, detectan entre 30 y 40 carteles que robaron o destruyeron. Esto es el 50 por ciento de las que colocan en ese mismo período de tiempo. El problema es que no se trata de un hecho de vandalismo que no tenga consecuencias: los carteles de señalización prestan un servicio a la comunidad y su ausencia puede acarrear problemas a los conductores. El titular de Vialidad Provincial dijo que los que más rompen son los que anuncian cruces peligrosos y curvas. Esta no es una situación que sólo se da en las rutas provinciales. En las nacionales, como la 40 o la 20, también hay vandalismo contra la señaléctica vertical.

Según Güerci, las zonas más afectadas son calle 4, 5, Comandante Cabot y las rutas que van a Calingasta e Iglesia. "En las zonas rurales el problema es muy grave porque pueden dañar los carteles sin que nadie los vea. Lo complicado acá es que los vehículos van a mucha velocidad y la ausencia de una señalización puede costar la vida", agregó. Hasta hace poco, la señaléctica vertical que construía Vialidad Provincial era de chapa. Ahora la están haciendo con fenólico. El cambio fue porque el primer material es cotizado en las chacaritas y por lo general roban los carteles para luego reducirlos y venderlos. El problema ahora es que aún con un material que tiene poco valor en el mercado, las señales igual desaparecen o son destruidas. "Es un tema que parece no tener solución. Es difícil de controlar y aunque es un delito, por lo general no se da con los responsables", agregó Güerci. La falta de señales aumenta las posibilidades de sufrir accidentes, por lo cual su destrucción es considerada una falta grave.

La última vez que en San Juan detuvieron a un hombre por destruir carteles de señalización fue en el 2005. El hecho sucedió cerca de la Legislatura Provincial. Fue la Policía quien encontró al hombre en pleno acto de vandalismo.

La situación local no escapa a la realidad nacional. Según datos oficiales, por día el vandalismo destruye o roba unos 350 carteles de tránsito en todo el país. Dicen que reponerlos cuesta 50 millones de pesos anuales.