Fotos y videos: Marcos Carrizo – DIARIO DE CUYO

 PASTOR ALBERTO ACIAR 

El pastor Alberto Aciar habla de los demonios como si Lionel Messi hablara de fútbol o Steven Spielberg de cine. Se siente cómodo en el tema y tiene con qué: lo respaldan más de 20 años de trayectoria en los que le tocó pasar por situaciones de todo tipo, incluso en países del extranjero. Es el representante máximo de la sede caucetera del Ministerio Nueva Vida, su segunda casa, donde recibe al equipo de este diario para adentrarnos en el mundo del exorcismo y contar por primera vez historias reales que marcaron su vida.

-Los pastores no hablan de exorcismo, sino de liberación…¿qué es?

-"Así es. Una liberación es cuando una persona se siente atada espiritualmente y su mente está totalmente bloqueada, de tal manera que hay un hombre interior que gobierna su mente y hace que esa persona sea gobernada y no actúe por sí misma sino por ese hombre interior que la lleva a lo mejor a la destrucción. Dice la palabra de Dios que nosotros somos imagen y semejanza de Dios, Dios padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo. Nosotros somos espíritu, alma y cuerpo. El espíritu del hombre no es corruptible, el enemigo, Satanás, no lo puede tocar. El alma es el asiento de nuestras emociones, de nuestros sentimientos, de nuestros pensamientos y de nuestras actitudes, y por medio de nuestro cuerpo expresamos cómo está nuestra alma. Entonces cuando un individuo por ejemplo tiene ira, tiene resentimiento, es porque el alma está herida. Por eso podemos ver personas que se vuelcan a la droga, al alcohol, a delinquir, a prostituirse. Ese hombre interior es el que gobierna. Entonces liberación es justamente liberar la mente, el corazón y el alma del individuo".

-¿Quiénes pueden hacer liberaciones?

-"Todos tienen la autoridad y tienen la libertad, que es lo más importante. Pero por ejemplo si al sacerdote de Caucete ahora le traen una persona para hacer un exorcismo él no lo puede hacer, tiene que pedir permiso a Monseñor, de ahí el pedido va a Roma y el Papa tiene que autorizar. O si no llevarlo a personas indicadas que son los sacerdotes que hacen exorcismos. La diferencia que tiene la Iglesia Evangélica es que cualquier pastor en cualquier momento puede actuar libremente, para eso estamos".

 

El pastor Aciar se anota en sus logros la liberación de una chica riojana de 13 años cuyos padres en noviembre de 2017 la llevaron a Caucete en busca de ayuda. El caso fue resonante porque se viralizó un video que mostraba a la adolescente a los gritos en medio de la plaza principal de Caucete.

 

-¿Cómo llega el caso a usted?

-"Esta jovencita llegó aproximadamente en octubre para hacerle liberación, a nosotros nos conocen mucho entonces muchas veces se extiende a otros lugares el trabajo que hacemos. En septiembre había tenido la Fiesta del Estudiante en Chepes, donde salió reina. En la fiesta que tuvieron después, con sus amigos empezaron a jugar al Juego de la Copa, en el que descienden demonios y gobiernan las personas. De ahí se empezó a sentir mal, empezó a manifestarse, no podía dormir en la noche, se sentía totalmente atormentada. Los padres la llevaron a La Rioja, estuvo como tres semanas internada, la vio el psicólogo, los médicos vieron que estaba bien, que físicamente no tenía ningún problema de salud, solamente era espiritual. Como eran católicos fueron a Iglesias Católicas. También pasaron por algunas personas que trabajan en brujería, que eso es lo más malo que se puede hacer porque eso se afirma aún más todavía… el diablo no pelea contra el diablo, vamos a ser sinceros. Entonces se enteraron de que estábamos nosotros en Caucete. Los padres, después de haber pasado muchos días, semanas, meses, la trajeron a este lugar. Cuando ella llega, un día domingo, se empezó a manifestar, y empezamos a hacer un trabajo de liberación. El día martes también estuvimos haciendo liberación, estaba muy manifestada, pero gracias a Dios se había quedado tranquila. Cuando terminó la reunión yo me voy para mi casa. Ellos como hacía calor se fueron a la plaza, a tomar un helado con los padres. Justo frente a un kiosco se empezó a manifestar. Fue grande, muchos de los transeúntes empezaron a filmar, había cuatro o cinco personas que no la podían sujetar, se les levantaba. Llegó la ambulancia, llegaron los médicos, pero el padre pidió que por favor me buscaran a mí. Llegó el patrullero a mi casa y me dijeron que había una jovencita que estaba manifestada. Me acerqué a la plaza y gloria a Dios que pudimos intervenir y esta joven quedó totalmente libre. En ese momento tomamos el control de la joven, la trajimos a la Iglesia y estuvimos como hasta las 4 de la mañana. Ella se fue a La Rioja totalmente libre de toda esa opresión que realmente llevaba desde hacía mucho tiempo y que la estaba atormentando. Además eso le estaba llegando a la madre, porque eso se contagia. Tuvimos que hacer una liberación también en la madre. Gracias a Dios fue un final feliz y esa joven esta ahora muy bien".

-¿Qué tareas hicieron para liberarla?

-"Cuando se empezó a manifestar nosotros oramos, reprendimos ese espíritu. De ahí en más, el individuo para que pueda ser libre tiene que empezar a confesar todo lo que tiene adentro. Mientras va confesando nosotros la hacemos renunciar a eso que tiene derecho legar sobre su vida porque le ha dado participación. Los espíritus entran cuando nosotros le damos la oportunidad. Por ejemplo, un espíritu de adulterio entra cuando nosotros siendo casados tenemos la mirada de una mujer y empezamos a participar, le estamos dando derecho legal a ese espíritu. Esta jovencita empezó a contar. ¿Cuál era el problema? La situación era muy especial. En La Rioja, la casa donde ellos vivían había sido una clínica, y en esa clínica se habían hecho muchos abortos, muchas cosas malas. Entonces el enemigo, Satanás, tomó control del territorio, se encontraba con derecho legal en la casa. Ellos me empiezan a confesar. El matrimonio no se llevaba bien, habían ido a brujos, curanderos, habían hecho rituales y un montón de cosas que al final todo fue contraproducente para la joven. Quizás no le llegó a ellos, dice la palabra de Dios que el enemigo te pega en lo más débil, donde más duele, y justamente le tocó a la jovencita de 13 años vivir este tormento. Ese proceso lleva tiempo, diálogo, para poder echar ese espíritu".

-Tomando un helado en una plaza… ¿por qué el demonio eligió ese momento para manifestarse?

-"Porque quiere avergonzar. Satanás dice que viene a hurtar, matar y destruir, que es el padre de la mentira y muchas veces quiere avergonzar a los hijos de Dios. ¿Cuál era el problema? Como ellos habían venido desde La Rioja a estar con nosotros, a querer ser libres, él quería demostrar su poder y a su vez avergonzar a la joven y a sus padres, buscaba desanimarlos, lo hizo para decir ‘esto no sirve, esto no funciona, el dueño de toda esta autoridad soy yo’. Pero la palabra de Dios dice que el que persevera, triunfa. Ellos perseveraron, creyeron que era un tiempo de liberación y esa jovencita fue libre. Estas estrategias las tenemos que conocer en el área espiritual para poder alcanzar el objetivo, la bendición sobre la persona que estamos trabajando. De igual manera las manifestaciones no se dan mucho en la vía pública, se dan más que nada en las casas, para atormentar a las familias".

 

Sentada a unos metros de Aciar, detrás de cámara, está su esposa, la pastora María Ángela, que siempre que puede lo acompaña a las liberaciones. Ella le sopla el caso de una joven de 18 años oriunda de la localidad de Tupelí, en 25 de Mayo, del que ya pasaron 7 años pero que sigue intacto en su memoria "porque fue difícil, muy difícil", recuerda el pastor.

 

-¿Por qué?

-"La jovencita tenía 18 años y se había casado. Se fue ese sábado en la noche a bailar con su esposo. Parece que bebió algo y cuando vino de allá el día domingo, no se levantó bien, empezó a estar mal, cada día más mal. Ellos fueron a un sacerdote y a muchos otros lugares, pero la joven seguía mal, de tal manera que los demonios hacían que se levantara en el aire, que levitara, era como la joven de “El exorcista”. Nos avisaron, nos vinieron a buscar. No fue fácil liberar a esa joven, la verdad que lo que había dentro de ella era muy pero muy fuerte. Estuvimos casi una semana, todos los días 4 o 5 horas orando, peleando totalmente con el enemigo. Estamos hablando de una liberación impresionante, una joven que se sentaba en la silla y daba vuelta toda la cabeza. Reprendías y era algo tremendo, era como si les estabas hablando a la pared. Siempre íbamos 4 o 5 personas porque cuando hay manifestación hay violencia, y porque tampoco sabés quién más se puede manifestar en la casa, no sabés cómo el enemigo ha tomado control y dominio en la casa".

-¿Se puede decir que peleaba contra el mismo diablo?

-"Todas las veces, todos son demonios. Hay momentos en que estás hablando con una joven y te responde él, cambia la voz, cambia todo. Él dice que ese cuerpo, que esa persona le pertenece a él, y tenemos que empezar a pelear. Muchas veces se llega a profundizar y hablamos con el demonio para terminarlo de conocer porque uno no ve nada, todo es en la esfera espiritual. Hay rangos en la esfera espiritual, hay gobernantes, principales, gobernadores".

-¿Se negocia con el diablo para que abandone un cuerpo?

-"No, para nada, con el diablo no se negocia. Nosotros empezamos a atar todo espíritu de las tinieblas. A lo mejor estás atando un espíritu que no está, pero cuando estás reprendiendo a un espíritu que está operando dentro de un cuerpo es cuando se manifiesta. Cuando el espíritu gobierna el cuerpo, lo maneja. Nosotros lo que tenemos que hacer es sujetarlo, atarlo, que no se mueva, que deje de estar ordenando y gobernando ese cuerpo. Por eso antes de empezar a orar con la persona nosotros le hacemos renunciar, por ejemplo le decimos que repita: ‘Señor Jesús, en este momento renuncio a toda maldición, a todo pecado, a toda fortaleza de las tinieblas, a todo espíritu de brujería, de curanderismo, de hechicería, de depresión’. Entonces cuando renuncia, decimos: ‘Señor Jesús, en este momento te pido que mi nombre esté escrito en el libro de la vida. Declaro señor Jesús que tú tienes todo derecho legar sobre mi vida’. Cuando esa persona declara que el que tiene derecho legar sobre su vida es Jesús, ya no tiene autoridad ese espíritu que la gobernaba. Después de que confiesa, nosotros trabajamos sobre eso reprendiéndolo y echándolo fuera. Muchas veces las personas devuelven, o por eructos, por gases, por colitis, de diferentes formas van saliendo los espíritus que estaban operando en ese individuo hasta que queda totalmente libre. El camino es una guerra, una pelea. Se ponen violentos, no quieren salir, hay que reprender, por eso nada sale de un día para el otro. Hay personas que  han sido libres automáticamente, pero hay otras que llevan un trabajo mucho más largo".

-¿Los trabajos que hace pueden perjudicar su vida espiritual?

-"Todo quiere atacarte, lo que pasa es que nosotros después de hacer los trabajos oramos a Dios y entregamos todas las cargas, totalmente todo".

-¿Alguna vez le hicieron un trabajo maligno a usted?

-"Si, hace aproximadamente 10 años. Llegó a la Iglesia una mujer que hacía 20 años que trabajaba en el curanderismo, vino con su nuera y me regalaron un almohadón y una botella. En el almohadón venía tierra del cementerio, era un trabajo hacia nosotros. Entonces, cuando estábamos predicando, la pastora se da cuenta que algo había en ese almohadón, lo abrió y estaba la tierra del cementerio. Yo las confronté, les dije: ‘Acá estamos, la palabra de Dios dice que donde dos o tres están reunidos en su nombre, el Señor está. Y si tú me mientes, si tú no me dices qué quisiste hacer el problema es que el Espíritu Santo de Dios ya te puede secar’. No era una persona que venía a hacerse libre, venía a trabajar de parte del espíritu satánico contra la Iglesia. Entonces le dio temor y confesó ella y la nuera. La nuera –es muy astuto el diablo-, me dice: ‘Yo quiero que mañana vaya por mi casa, pastor quiero que me ayude, quiero salir de esto’. Entonces al otro día fui con mi hija a la casa de ellas, aquí en Caucete era. Llegamos como a las 10 de la noche y me empezó a contar la historia, que llevaba más de 20 años de curandera, que hacía resucitar muertos, que llegó a comer partes de los cuerpos de los muertos, que entraba al cementerio, que hacía rituales. Eran como las 12 de la noche, yo la escuchaba. En un momento le dije que ‘el problema es que vos hiciste todos estos trabajos en tantos años, pero el espíritu que hay en mí, que es el espíritu de Dios, es más poderoso que todo’. Entonces ella se empezó a manifiestar. Se levantó, estaba su nuera como a 15 metros, y con sólo mirarla ella empezó a danzar, a bailar como un trompo, queriendo impactar, mostrar la autoridad que ellos tenían contra nosotros. En nombre de Jesús me levanté, le puse la mano en la frente, cayó y empezó a haber una manifestación, una pelea. Ya no estaba peleando con un demonio, sino con una persona que había pactado, que había consagrado su vida a Satanás. Fue tremendo, fue una guerra en la que al último Dios nos dio la victoria. Eso sí, cuando regresé a mi casa le dije a mi hija que se pusiera a orar. En ese tiempo mi hija más pequeña tenía 7 años y cuando nos fuimos a acostar la nena como que empezó a manifestarse, a agredir a mi hija mayor. Fui, empecé a orar y me di cuenta de que el espíritu de allá había atacado a mi hija, de tal manera que empezamos a orar y empezó a devolver. Como a los 20 minutos empezó a manifestarse de nuevo, volvimos a orar y después la llevamos a la cama con mi esposa y seguimos orando hasta que quedó libre. Mirá qué poder quieren tener ellos contra uno. El enemigo se queda mal".

-¿Cuáles son los problemas más comunes a los que se enfrenta San Juan espiritualmente hablando?

-"El tema de la vitivinicultura, las grandes fincas. Hay muchos finqueros que buscan brujos, curanderos, hechiceros, para que hagan trabajos en las fincas. ¿Para qué? Para que la piedra no los alcance, para que tengan buenas cosechas… Y si ves, cuando llega la época de las cosechas o la época de las tormentas, ponen en las esquinas de las fincas banderas negras y rojas, significa que está pactado ese territorio, que le pertenece a Satanás. El problema es que el finquero algún día vendió la finca al IPV, y el IPV hizo 300 casas en ese lugar. La gente empieza  a habitar y se les abren las puertas, sienten ruidos, ven sombras y un montón de otras cosas. ¿Por qué? Porque ese suelo está pactado, está entregado a Satanás, y empieza a sufrir la gente que está en ese lugar. En eso trabajamos muchísimo nosotros, hay personas que no pueden dormir, jóvenes que no pueden estudiar, ruidos, espíritus de contiendas, hogares que están totalmente mal espiritualmente".

-¿Alguna vez perdió contra el diablo?

-"Hay una historia que marcó mi vida, fue en Las Tuscas, antes de llegar a Valle Fértil, hace como 10 años. Era una familia que tenía papá, mamá y un solo hijo. Vivían en el campo, tenían mucho dinero, camiones, como 1.000 hectáreas de campo. Pero el tema es que había un conflicto familiar entre la familia de la mamá y el esposo de ella. Llegaron a odiarse tanto, que la mujer entró en un estado de depresión de tal manera que se murió la madre y ella ni siquiera lo sabía. El problema con esa mujer era que el marido de su hija y el nieto habían tomado tanto odio que no la dejaban llegar. Bueno, por la depresión esta mujer determinó matarse, trató de ahorcarse como tres o cuatro veces, la depresión era tan grande que el hijo no la podía sujetar y hasta le pegaba. Esa mujer vino totalmente bloqueada. Incluso cuando estaban acá en Caucete en una casa, si tenía el cable de una plancha con eso se quería ahorcar, quería morirse, no quería vivir más. No podía tener un cuchillo o un tenedor porque se mataba, no podía ni cocinar. Llegó a nuestra Iglesia y empezamos a hacerle un proceso de sanidad interior. De pronto empezó a estar bien, a estar bien, a estar bien…¿Qué pasó? El hijo de ella estaba en el campo y ella con el marido seguían en Caucete. Ella estaba mejor, ya hasta hacía la comida, venía a la Iglesia.. La cosa es que el marido me invitó a su casa al campo, pero yo le dije que no era tiempo todavía, que su esposa tenía que estar un tiempo más. Me dijo que ella estaba bien, que quería ver el campo, que quería ver a su hijo. Qué juego hizo el enemigo… nos fuimos este matrimonio, yo y mi hijo a Las Tuscas. Llegamos al mediodía, comimos un asado con el hijo de ellos. A la tarde nos fuimos a la parte donde estaban los bebederos de los animales, habían escopetas, cuchillas y la mujer no hizo nada, estaba bien… Se hicieron como las 7.30 de la tarde, ya nos volvíamos para la casa, cuando el hijo del matrimonio le dice al padre: ‘Papá váyanse con el hijo del pastor, que yo con él vamos a hablar a ver si compro una camionada de guano’. Entonces me voy yo con él, y el matrimonio se vuelve. Llegamos al lugar donde iba a comprar el guano y ¿quién estaba? El hermano de su madre. Tenían tanto odio, tanta bronca, que el hermano de la madre, borracho, le dijo: ‘Vos y tu padre van a matar a mi hermana’. Se empezó a armar una discusión, yo lo tuve que agarrar, el chico quería ir a buscar un revólver para matarlo. Hasta que lo metí a la camioneta y nos fuimos para la casa. Ahí le pedí que no le dijera a la madre sobre la discusión que tuvo, porque estábamos haciendo un trabajo muy bien y no quería que se echara a perder. Pero parece que le hubiera dicho ‘andá y hacelo’. Llegamos, estábamos cenando y no aguantó más. Le dijo ‘ahí lo vi al sinvergüenza de tu hermano’ y lo empezó a insultar. Ella calladita, no dijo nada. De ahí nos fuimos a cazar. Llegamos a las 3.30 de la mañana, nos acostamos y ella a las cuatro menos veinte se levanta. El marido no se había dado cuenta, como a la media hora recién se dio cuenta que no estaba. Empezó a gritarlo al hijo y empezamos a buscarla por todos lados. Esa noche no podía ser más oscura. Salieron en las camionetas a buscarla. Me quedo yo ahí con el casero y le digo: ‘¿Acá no tienen baño? ¿Ella no estará ahí?’. Y me dice: ‘No, ella se escapa porque se quiere ahorcar para otro lado’. Yo no conocía el campo, miraba como a los 50 metros y había una oscuridad terrible. El marido gritaba el nombre de ella y nada. En un momento apunta al baño con los reflectores de la camioneta y al lado había un corral de cabras. El marido se va al baño a ver si estaba la mujer y vio que estaba el corral abierto. Estaba ahí. La encontró colgada, se había ahorcado. Al tipo le agarró un ataque, empezó a gritarme: ‘Pastor, pastor, vení, el diablo se la llevó’. Daba vueltas y vueltas, me pedía que la resucitara. Yo la veía y le decía que ya no había nada que hacer. El hombre seguía loco, me agarraba de la ropa y me gritaba ‘resucitala, resucitala’. Hasta que yo fui, la levanté y la dejé en el piso. Cuando vio él que venía el hijo le empezó a dar una manifestación diabólica. Cinco de la mañana, una oscuridad en pleno campo con un cadáver, me corrían las lágrimas. Ese fue un tema muy difícil que viví, le doy gracias a Dios que lo pudimos superar. Pero ese día el enemigo me ganó, me ganó la pulseada. Yo no tendría que haber ido. Fue una experiencia muy triste que me marcó para siempre. La esfera espiritual nos llevó a esta mujer".

-Hasta ahora no hubo niños en ninguna historia…

-"Me tocó una vez una situación, un domingo a la noche, terminamos la reunión y nos llamaron por un caso. Era como a la 1 de la mañana, allá cerca de la montaña, en Los Médanos (Caucete), en una casa de finca. Llegué y me encontré con el hombre tomando mate a esa hora con los niños en el comedor. A la mujer la tenía atada en la cama, era terrible. Se le salía la lengua, era terrible ver cómo estaba. Los niños no podían dormir, el tipo estaba tomando mate… es esa gente del campo que no tiene miedo. La había atado a la mujer, de piernas y brazos. Cuando la mujer nos vio, Dios mío, era Satanás mismo. Estuvimos toda esa noche liberando a la mujer, fue tremendo. Hay muchas cosas que te marcan, no es tan solo el hecho de ver a la pobre mujer que está endemoniada, sino el sufrimiento y lo que vive la familia, lo que viven los niños. Eso a ellos los marca, esas secuelas quedan, ver esas situaciones tan pero tan difíciles".

-¿Cuál fue la experiencia más rara que tuvo?

-"Puede ser la de una chica que le habían regalado una estampita del Gauchito Gil. Fue en el 2007 más o menos, en Caucete también. La chica miraba la estampita y se empezó a sentir seducida. El marido de ella era remisero. Ella empezó a enamorarse de tal manera que tenía relaciones con ese Gauchito Gil, ella misma me contó que llegaba al orgasmo, sentía esa sensación. Cuando el marido llegaba a la casa a descansar, ella lo veía acostado boca abajo y empezaba a sentir un deseo de comerle las piernas, los muslos. Y escuchaba una voz que le decía que cortara un cable y que lo matara con la corriente. Ella ya no quería tener relaciones con el marido, tan sólo lo esperaba a ‘él’. Hasta que un día se le presentó, de cuerpo, se le apareció. Cuando lo vio salió de la cama, saltó por la ventana, le dio miedo. Le contó a una vecina que es hermana de la Iglesia, fueron a mi casa y me contó esto que estoy relatando. Cuando le fuimos a hacer la liberación llegó una tormenta eléctrica que parecía que se partía la tierra. La mujer se arrastraba y ahí fue cuando escuché clarito clarito la voz del diablo, una voz gruesa que dijo ‘es mía’. Fue una experiencia que nunca la había vivido. Ella no quería estar más con el marido, quería estar con él, pero el problema fue que después no se lo podía sacar, era como que la seguía, hasta soñaba. Ella se acostaba a dormir y a las 3, 4 de la mañana, se despertaba como a 5 o 6 cuadras de su casa, sentada en un árbol. Llegó un momento en que quería ir al cementerio porque decía que la madre de ella se estaba asfixiando. Y hacía 10 años que se había muerto. Era algo que la tenía atormentada, que la madre se estaba asfixiando. Un día hasta se fue a la YPF y le pidió a un muchacho si la podía llevar en la moto para el lado del cementerio. El vaguito la vio tan bonita y se fueron. Cuando llegaron al cementerio paran la moto, ella prende un pucho y se mete. Cuando él ve a ella paseándose dentro del cementerio, salió corriendo con la moto hasta que la pudo hacer arrancar. Increíblemente ella se le prendió de atrás, se le sentó en la moto".  

 

 PASTOR MATÍAS OJEDA 

Apenas 7 meses le bastaron al pastor Matías Ojeda para darse cuenta que San Juan no es una provincia cualquiera. “Cuando dicen que San Juan es la cuna de las brujas, la verdad que sí, es cierto”, dice, sorprendido. Vivió en carne propia el infierno de tener un ser querido poseído y eso lo animó a convertirse en lo que es hoy, uno de los especialistas en liberaciones con los que cuenta el Santuario de la Fe.

-Hace poco que está en San Juan, ¿lo sorprendió en algún punto?

-"Estuve en otras provincias y la verdad que no me deja de sorprender todo lo que es el Norte argentino. Estuve en La Rioja, en Corrientes… pero acá en San Juan cuando dicen que es la cuna de las brujas, la verdad que sí, es cierto. Estoy acostumbrado a ver Umbanda, Kimbanda, Candomblé, Palo-Mayombe, santería afro, que es lo más común. Pero en San Juan encontramos lo que es magia. Parece una locura, pero si uno lee la Biblia de las Brujas, el Manual del Hechicero, Cipriano el Mago, se da cuenta que evidentemente acá hay gente que lo sigue practicando. La fama que hay acá no es chiste. Son muchas personas contando visones, muchos relatando que han visto con sus propios ojos transformaciones de brujas y otras cosas".

-¿Cuáles son las zonas con mayor actividad?

-"Caucete, Pie de Palo, El Villucum, 25 de Mayo… una vez fui a hacer una visita ahí, al departamento 25 de Mayo. Las personas nos comentaban que las hijas cambiaban las voces a la madrugada, se escuchaban ruidos, se veían sombras, sentían una presencia, como si algo más estuviese en la casa. Las cosas se corrían de lugar, se sentían crujidos. Cuando llegamos e hicimos una oración, hubo una manifestación, una actividad demoníaca que se hizo presente. Cuando un espíritu posee un cuerpo la persona obviamente queda fuera de sí, cambia la manera de comportarse. Una vez que expulsamos eso e hicimos oración y una limpieza en la casa, encontramos un medallón con símbolos que tienen que ver con la magia Wicca. Tengo colegas, conocidos, que también hacen exorcismos, liberación, y se sorprendieron de encontrar eso así, de una forma tan literal, tan directa. Esos símbolos no es que uno los está inventando, tienen que ver con las religiones celtas. Si uno consigue la famosa Biblia de las Brujas encuentra los mismos símbolos del ritual que estaba en esa casa. Al medallón lo destruimos, lo quemamos totalmente".

-¿Magia Wicca?

-"Se conoce de manera popular decir macumba. Macumba tiene que ver con todo lo que es malo y se relaciona al vudú, los cultos afros. Pero cuando hablamos de magia Wicca tiene que ver con la magia de las brujas, la magia de la naturaleza, la tierra, el fuego, el agua. Y dentro del mismo medallón encontramos el símbolo de la diosa de las brujas. Incluso las formas, todo tal cual metido en una casa".

-¿Cómo llegó el objeto a esa casa?

-"Normalmente cuando se hace un ritual, cuando se marca una casa, se hace de manera oculta, escondida. Nadie avisa a la persona que se quiere dañar. Todo lo que tiene que ver con brujería, se habla de ocultismo. Es eso, algo oculto, algo que se hace por detrás. Entonces bien no se sabe cómo puede haber llegado ese objeto. Son objetos malditos que pueden ser transmitidos por un familiar, un ser querido, alguien que esconde las malas intenciones para dañar a la persona, quedarse con la propiedad, dejar a la persona renga, ciega, paralítica. Depende para qué se hace el trabajo y cuál es fin de aquel que quiere el trabajo".

-¿Cuál es el filtro para ir o no a una casa?

-"A los hogares vamos dependiendo del caso. Normalmente nos preguntan, la gente se comunica con nosotros y evaluamos si es para ir a hacer una visita. Hay una línea muy delgada entre un problema psicológico y uno espiritual. Después de trabajar tantos años en liberación, hay síntomas y cosas que nos muestran que son pruebas fehacientes de una actividad paranormal. Por ejemplo, vamos si hay apariciones sobrenaturales, sombras, ruidos, lo que te puedas imaginar".

-¿Los trabajos en el templo distan mucho de los que hacen en las casas?

-"En la iglesia hacemos liberación de manera colectiva. La gente que congrega acá ha sido testigo de personas que han vomitado sangre, trozos de cuero, personas que se manifiestan con entidades demoníacas, se deforman, cambian la voz".

-¿Qué tan real es lo que muestra el cine?

-"Hay un dicho popular que yo lo comparto: la realidad supera a la ficción. He visto casos de personas que han vomitado alfileres, personas que se mueven como serpientes, que se transforman en una especie de animal. Una vez en La Rioja trajeron una persona para que le oremos. Le habían dado varios calmantes y no la sedaban, esa persona no podía ni dormir. Cuando la trajeron a la Iglesia, estaba sonando un coro, y la chica poseída se empezó a lastimar con las propias uñas y empezó a sangrar por los oídos. No lo olvido jamás, cuando pusimos la mano para hacer la oración, saltó y con un solo pie saltó arriba del respaldo de la silla y con ese mismo pie saltó sobre la mesa. Se deslizaba para atrás de una manera que no sé cómo se puede describir".

-¿Todas las posesiones son iguales?

-"No, en estos casos vemos las diferencias en las posesiones demoníacas. Existen diversos tramos de la posesión. Está la opresión demoníaca cuando el demonio está alrededor, la obsesión demoníaca que es cuando el espíritu está obsesionado con la persona, la persigue, y después está la posesión total y parcial. En la parcial la persona está semiconsciente y en la total puede hablar distintos idiomas, no necesita ver con los ojos abiertos porque con los ojos cerrados consigue ver hasta incluso el color. He visto casos de posesión total al punto de manejar idiomas, personas que no tienen ni el secundario completo hablar en portugués, francés o alemán de manera fluida. Además, no todas las entidades tienen la misma fuerza. Hay demonios que son más fuertes que otros, depende de cómo entró, si hay pacto, si hay sangre, si le pagaron, si la juraron de muerte. Todo tiene que ver con la situación que se presente".

-¿A qué se deben los gritos?

-"Cuando se hace el exorcismo, la liberación, el espíritu de alguna forma se manifiesta con gritos, aullidos, alaridos. Porque una oración o algo santo es como que lastima a la entidad y reacciona justamente de una forma de dolor, de sufrimiento".

-¿Alguna vez fue amenazado por el enemigo?

-"Me ha tocado que me han dicho nombre completo mío, apellidos de familiares, seres queridos. Uno piensa que con las redes sociales es factible, pero antes no había Facebook, no había Instagram, no había posibilidad de conseguir los datos. Que alguien poseído te diga tu nombre, apellido, fecha de nacimiento, nombre de tus padres, obviamente son detonantes particulares de que la persona está poseída".

-¿Algunos de los casos lo marcó?

-"Uno muy marcante para mí fue en Buenos Aires, una mujer que la habían mandado al psiquiatra, al psicólogo. Ella relataba que había tenido un episodio con su suegra, que era de una posición económica mayor. Ella le juró que nunca iba a ser feliz. Entonces cuando se entrevistaba a la entidad, se le preguntaba qué hacía, cómo entró y comentaba que aquella mujer había pagado una fortuna de dinero a brujos y hechiceros para que le hicieran lo que se llama entierro, que es agarrar ropa, pelos, prendas, ponerlas en un cajón y enterrarlas. Entonces lo que es espíritu buscaba constantemente era su alma. Ella tenía el constante deseo de suicidio, quería tirarse debajo de los colectivos, tenía los brazos marcados de tantas veces que se había cortado".

 

El caso le trae al pastor Ojeda recuerdos de su madre, otra víctima del mal.

 

-¿Tuvo que ver su experiencia con lo que hace hoy?

-"Uno se pregunta por qué dedicarse a esto. Yo lo viví con ella. Mi madre por ejemplo quedaba poseída en el colectivo, había que arrastrarla hasta la Iglesia. Yo sé el infierno que vive una persona. Alguien que está poseído, atacado por el mal, normalmente se lo trata de loco, cuando en realidad el mal es más real de lo que nos podemos imaginar".

-Medicina/Religión es una discusión interminable…

-"La Iglesia no está contra la medicina. Estamos a favor y jamás vamos a decirle a una persona que deje de tomar las pastillas, los remedios. A veces la gente que es más escéptica se pregunta cómo sabemos que es un demonio si no hay pruebas, no hay radiografías. Bueno, la ciencia lo que tiene que hacer es acompañar y comprobar. Si ve que la persona está avanzando con oraciones, con unciones de aceite, con el tratamiento de sanación, ahí pueden decir que es un caso espiritual".

-Habló de que la posesión puede ser total. ¿Se acuerda de algún caso?

-"En Córdoba. Había una joven que no tendría 18 años. Se relataba que el abuelo había subido al Cerro Uritorco, un lugar de mucha actividad, mucha energía, un lugar para brujos, hechiceros. El hombre le había jurado al espíritu que el primer hijo que tuviera su nieta iba a ser para él, se lo ofreció. La joven relataba que sufría episodios de violaciones durante la madrugada, a la noche. Siempre en horario de 12 de la noche a 3 de la mañana. Se le llegaba a inflar el estómago, como una especie de embarazo psicológico. No tenía paz, decía que venía un hombre vestido de negro, a veces con sombrero, que la tomaba sexualmente. La joven experimentaba un dolor, como algo en el vientre, como que se le explotaban los ovarios. A esa chica se le torcían las manos, su voz era completamente distinta. Algo muy interesante es que cuando una persona queda en esa situación, uno piensa que puede estar fingiendo. Pero una persona que pesa 55 kilos arrastrar a 10 durante varias horas…. obviamente que hay algo diferente, algo está sucediendo en ese cuerpo. La chica tenía una posesión total, llegó a arrastrar en la iglesia a 10 servidores de pesos grandes. Cuando hablaba decía ‘este cuerpo es mío, me lo ofrecieron, me pertenece a mí, no la pienso entregar’. Tenía ataques en la madrugada, agarraba cuchillos, amenazaba. Gracias a Dios pudimos prevalecer sobre eso. Es bueno recalcarlo, porque en las películas vemos que siempre gana el bien. Pero en los casos reales no es tan así, hay casos en los que gana el mal porque la persona permite que el mal prevalezca. Es una pulseada entre el bien y el mal".

-¿Hay diferencias entre un exorcismo y una liberación?

-"De forma popular se dice exorcismos. Pero el exorcismo en realidad es el rito que se hace para expulsar la entidad mediante rezos y agua bendita. En nuestro caso no, para nosotros la lucha es cuerpo a cuerpo, poner la mano sobre la persona. Es la única forma, no hay otro método que no sea el confrontamiento cara a cara. Eso sí, uno lee el manual y es una cosa, pero cuando uno tiene al poseído adelante arrastrándose como una víbora, te das cuenta que en la práctica es totalmente diferente".

-¿Siente que ya está "curtido"?

-"Si, yo creo que me curtí en La Rioja. Una vez ahí entramos a una casa de una chica, estaba acostada, a la pieza no podía entrar nadie… la piba se mordía las yemas de los dedos y sangraba, le chorreaba toda la sangre por la boca. Le habían metido un elefante de pastillas para dormir y la piba no se dormía. Había terminado con un novio, estaba loca y nosotros también estábamos locos para ir ahí. Pero bueno, estuvimos más o menos 3 horas.. después que terminamos la oración la piba volvió en sí, volvió a comer. Son cosas que marcan, uno se pregunta cómo puede ser que hay gente que se anima a esto".

-¿Le da miedo lo que hace?

– (Duda) "No… (hace una pausa).. hasta me emociono.. me dicen así y… vamos. Yo creo que uno no se mete en esto porque sí. Me daba miedo cuando le pasaba a mi vieja. A nosotros nos tiraban de todo, tierra de cementerio, sangre, sapos, lo que se puedan imaginar. Nos fundieron un almacén. Mi vieja quedó loca, tenía varios intentos de suicidio, le había garrado cáncer… en esa casa no dormía nadie. Pasé tanto terror que hoy entiendo a la persona que lo sufre. Miedo no me da, qué se yo, creo que los cristianos tenemos un escudo que es la fe. El miedo es un alimento de lo negativo. Fuimos a visitas en las que nos contaron que fueron predicadores y se fueron corriendo, salieron, no quisieron entrar. Ahí ya vamos animados, a ver qué pasa. Más que miedo siempre tengo curiosidad, conocer los trasfondos de los casos".