La sonrisa los delataba, es que estaban felices de participar del Vía Crucis infantil en la Plaza de Trinidad. Sin embargo en las caritas también se podía ver el nerviosismo de ser los elegidos para representar el camino que siguió Jesús. Así, con fe y haciéndole frente al frío completaron cada una de las estaciones que representan la Pasión y Muerte de Jesús. Más tarde con el sol calentando la siesta el escenario de otro Vía Crucis infantil fue la Plaza 25 de Mayo.

Organizado por al Parroquia de la Santísima Trinidad el Vía Crucis fue testigo de una gran demostración de fe. Sobre todo de parte de los niños, los que actuaban y los espectadores, quienes con atención y cantando como un gran coro siguieron las 14 estaciones alrededor de la Plaza de Trinidad.

El Vía Crucis empezó puntual (10 de la mañana) y estuvo muy bien organizado. Tuvo una duración de casi una hora, y fue en ese tiempo que romanos, pastores, mujeres, Jesús y su madre, fueron algunos de los personajes bíblicos que los niños de entre 7 y 10 años encarnaron. Es más la representación fue más allá del vestuario y el maquillaje, ya que los chicos siguieron con una buena actuación la Pasión y Muerte de Jesús. De esta forma demostraron su devoción ante la Iglesia y ante los más de 150 (según la policía) espectadores.

Guiados por un altoparlante la mayoría de los chicos que participaron del Vía Crucis, 20 en total, fueron los aspirantes a la Acción Católica. Sin embargo los jóvenes de la Parroquia de Trinidad se mostraron muy conforme porque algunos chicos de la comunidad en general, que fueron invitados, se acercaron para participar de la jornada religiosa.

En horas de la siesta, pasada las 15, otros grupo de niños copó la Plaza 25. También con el atuendo de la época representaron las estaciones, desde que Jesús fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura.

Con el sol que calentaba la siesta sanjuanina y con todas las miradas puestas en ellos, los niños no dejaron nada librado al asar. Es que tras varios días de ensayos lograron que todo el público se enterneciera con sus gestos y lamentos. La actuación hizo que fuera como volver en el tiempo y hizo revivir la verdadera pasión de Jesús, nada más que de mano de los más chiquitos.