Ayer en la mañana el edificio donde funcionan los juzgados Laborales, y que está en calle Laprida entre Mendoza y Entre Ríos, amaneció inundado. Un tanque se rompió e hizo que el agua se adueñara de la planta baja. Tras esto, surgieron versiones encontradas sobre el mantenimiento del lugar. Según los trabajadores de esos juzgados, el secretario general del gremio que los nuclea, Sebastián López y una de las propietarias del edificio, la Justicia no hace el mantenimiento correspondiente. Sin embargo, Augusto Rago, titular del Departamento de Servicios Generales del Poder Judicial, dijo que trabajan cada dos o tres meses haciendo arreglos. En medio de esta polémica, Adolfo Caballero, uno de los ministros de la Corte de Justicia, dijo: ’me consta que ese edificio no es apto, porque es chico y sabemos que lo tenemos que mudar, pero no encontramos un lugar para alquilar. Pero si ese lugar no recibiera mantenimiento, ya hubiera colapsado’.
Esta no es la primera vez que este sitio tiene problemas. La última inundación fue en 2008, cuando a causa de una lluvia, el agua ingresó al segundo piso y los mismos trabajadores tuvieron que limpiar todo.
La polvareda se levantó cuando Sebastián López, al frente de la Unión Judicial de San Juan, dijo que al lugar le falta mantenimiento. ’Hay días que el sistema eléctrico falla y no aguanta porque hay muchos aires acondicionados y computadoras. Ahora analizaremos si hacemos una denuncia en la Superintendencia de Trabajo de la Nación. Es un peligro que la gente trabaje entre los cables mojados’, dijo. Mientras que, empleados judiciales que no quisieron dar sus nombres afirmaron que hay problemas en los baños, con el agua y la electricidad. Mientras que Celis Morales, una de las propietarias del edificio, aseguró que no está bien cuidado. ‘En el contrato figura que ellos se tienen que hacer cargo del mantenimiento, pero siempre hay problemas. Desde la Corte nos piden algún cambio y nosotros lo hacemos, pero ellos no se encargan ni siquiera de limpiar los desagües para que el lugar no se inunde. Siempre están llenos de colillas de cigarrillos’, dijo la mujer.
Ante esto, Rago afirmó que mantienen el lugar. ’Tenemos un cronograma y cada 2 o 3 meses trabajamos en los edificios alquilados, que son 21. Se hace mantenimiento de pintura, aires acondicionados, limpieza de los techos, entre otras cosas. Si el edificio estuviera en malas condiciones no recibiríamos las habilitaciones’, dijo.
Respecto al problema de ayer, contó que se rompió el flotante de un tanque. ’Lo resolvimos a pesar de que no es sólo un problema nuestro. El lugar es compartido. Allí está el tablero eléctrico de varios locales’, agregó.

