"Apurate y corré más rápido", gritó Bautista Olmos, que tiene 7 años y que junto a su hermana trató de encontrar todas las pistas para hallar el tesoro. Sucedió ayer en la mañana, en el Parque de la Biodiversidad, donde se realizó una nueva actividad recreativa en Vacaciones de Invierno. Entre corridas y muchas risas, cerca de 50 niños participaron de la Búsqueda del Tesoro y no sólo se divirtieron, sino que hasta aprendieron de las diferentes especies arbóreas que hay en la provincia. Esta actividad duró cerca de 20 minutos y los niños no pararon ni un segundo.

Antes de comenzar el juego y tratando de contener la ansiedad de los chicos, un grupo de guías del Parque de la Biodiversidad hizo un recorrido por el predio. Contando el nombre de los árboles, de los paseos que forman parte de este espacio y hasta de cómo se cuidan los peces, fueron enseñando el trabajo que se hace en el parque y a la vez fueron tirando algunas pistas para que los chicos después pudieran encontrar el tesoro.

Las pistas. Los chicos recorrieron el parque en búsqueda de las pistas que los llevaron hasta el tesoro. Luego hubo un sorteo entre los niños y algunos recibieron premios. 

 

Después de ese recorrido, llegó el momento más entretenido. Con sus mapas abiertos y tratando de recordar todo lo que habían aprendido, los chicos comenzaron a buscar pistas. "Vamos al vivero", dijo Ana Guzmán, una nena de 10 años, mientras que al oír esto, todos los demás corrieron en la misma dirección. Y corrieron a pesar de que se les había pedido que no lo hicieran, para evitar caídas. "Es que queremos llegar rápido", gritó entre risas otra de las nenas.

Paseo. Antes y después del juego, muchos chicos recorrieron el Parque de la Biodiversidad. La laguna donde hay peces fue uno de los puntos que más atrajeron a los niños.

 

Saltando algunas acequias, pasando por entre los árboles, cruzando por debajo de las rejas y esquivando los picnics que habían armado los padres de los participantes, los niños siguieron cada una de las pistas. Pasaron por el Paseo del Caraú, visitaron un ombú que es un ícono del parque y hasta debieron, con sumo cuidado, entrar al cactario para tratar de encontrar los cartelitos que les decían por dónde continuar.

El juego terminó en el mismo lugar del inicio, y todos los niños, hasta los que llegaron cuando todos habían finalizado, no pudieron disimular la alegría de haber participado de este juego, que muchos, incluso, no habían jugado nunca.

 

EL PARQUE
Por vacaciones de invierno, el Parque de la Biodiversidad abre sus puertas de lunes a viernes de 13 a 18 y los sábados y domingos de 11 a 18. Para consultas y para conocer qué actividades se puede realizar, llamar al 2646727832. El Parque está en Rivadavia.

 

> PROTAGONISTAS

Lara Cáceres – 5 años

“Fue muy divertido el juego este, pero me cansé de tanto correr. Antes de terminar sentía que me dolían las piernas, pero estaba contenta. Estuvo lindo cuando pasamos por donde estaban los peces. Era una laguna re grande y había muchos peces”.

 

Bautista Porres – 7 años

“Tengo mucho calor, porque corrí un montón para encontrar las pistas del tesoro escondido. Fue un juego muy divertido y no pensé que podíamos pasarla tan lindo. Vine con toda mi familia y estamos todos muy contentos de haber participado”.

 

 

Bastian Nureña – 6 años

“Vine con mis hermanos y nos divertimos un montón con el juego. Al principio no nos animábamos a correr, pero después corrimos sin parar. Este lugar es re grande y por eso nos cansamos de tanto correr, pero nos reímos mucho de los nervios”.

 

Aslan Castro – 6 años

“Al principio no sabía de qué se trataba el juego, pero después cuando nos dijeron me pareció muy divertido. Fue muy lindo venir. Estuve jugando con mis hermanos y mi mamá ayudó a los más chicos para que no se perdieran porque el lugar es re grande”.