Por las mañanas, la sala construida al lado del salón principal se llena de niños menores de 4 años que hasta aprenden inglés. Por la tarde, el patio techado se transforma en la sala de educación física de los alumnos del colegio del barrio, el Santa Teresita del Niño Jesús. Así, la unión vecinal 17 de Junio, del barrio Martín Güemes, de Rawson, contribuye a la educación de los vecinos más chicos.
Todas las mañanas, unas 20 mamás del barrio llevan a sus hijos al jardín maternal. En el salón, dedicado especialmente a esa guardería, hay mesas y sillas pequeñas, juguetes y decenas de carteles realizados por los niños. Según explicó Horacio Navarrete, integrante del triunvirato que está a cargo de la institución, la guardería sirve para ayudar a las mamás del barrio que trabajan y no tienen dónde dejar a sus hijos, hasta que comiencen a ir al jardín de infantes. ‘Cobramos una cuota mínima de 100 pesos por mes. Con eso compramos los materiales y pagarles a las dos docentes que vienen a cuidar a los niños. Antes venían unas chicas que eran voluntarias, pero decidimos traer docentes con título para asegurarnos de que a los chicos les sirva el jardín‘, detalló Navarrete.
Las que cuidan a los niños son Cecilia, quien es maestra jardinera, y Paola, quien es profesora de inglés. Ellas, además de darles clases de manualidades, escritura y de compartir juegos didácticos, están preparando a los niños para que realicen un sketch y coreografías en el espectáculo de fin de año.
Por otro lado, por la tarde, el patio de la unión vecinal se vuelve el espacio ideal para que los alumnos del colegio primario parroquial del barrio puedan practicar educación física. ‘En el colegio tienen patio pero es abierto. En verano los profesores prefieren traer a los chicos a hacer gimnasia acá, en el patio techado, porque es más fresco‘, explicó Navarrete.
Además de eso, en el salón se ofrece clases de karate, tres veces por semana a personas de distintas edades.

