Rubén Botta empezó jugando en Alianza, cuando tenía 6 años, y luego de pasar por distintos clubes locales, a los 14 fue captado por Boca. Con 15 años, vivió la experiencia de estar un tiempo en las inferiores de Espanyol de Barcelona y regresó a Boca, donde quedó libre el año pasado. Y Tigre se interesó en él. “Voy siempre a San Juan, aunque hice más amigos con chicos de Boca, como Sauro, Forlín y Muñoz, con ellos todavía tengo contacto”, señaló
