Ni bien comenzó a amanecer, los gauchos ya estaban ataviados. Sombrero, rebenque y la montura bien cinchada. Todo listo para empezar una cabalgata de al menos 4 horas. Esta situación se vivió ayer antes de las 8 en varios puntos de la provincia. Algunos jinetes salieron desde la plaza de Albardón, otros desde Angaco y otros, de Santa Lucía. Las columnas llegaron casi al mismo tiempo a la gruta del Cura Brochero que está en la finca El Salado en Albardón, donde todos fueron bendecidos. Se trata del típico ritual religioso que hacen antes de partir a Mogna, los primeros días de diciembre, en homenaje a Santa Bárbara. Este año, la participación de jinetes fue un récord ya que hubo más de 300.

Esta es una ceremonia que cada vez gusta más y por lo que desde que se inauguró la gruta de Brochero, cada vez va más gente. No es casual que el pequeño templo se hizo en el sitio que es el paso obligado de a caballo, a Mogna (sigue página 8).

Bien temprano, las nubes aliviaron la travesía. Pero al mediodía el Sol comenzó a pegar. Aún así, los jinetes que siempre van preparados, combatieron bien el calor. Por calle Lozano, una de las huellas que lleva a la finca El Salado, donde está la capillita, la fila interminable de caballos de todos los colores y tamaños, hizo que el paisaje desértico tomara vida. Una verdadera fiesta fue el momento en que empezaron a arribar al predio del Cura Brochero, donde las familias y los devotos del beato esperaron con emoción a los jinetes ya cansados. Buscar una sombra no fue fácil. Pero lo primero que hicieron es pasar por la gruta para recibir la bendición del padre Jonathan, del padre Javier y del padre Andrés. Luego le dieron de beber a los animales y los desensillaron para que descansaran ya que por la siesta hubo que regresar a casa, también cabalgando.

Para todos, el momento más emotivo fue cuando los sacerdotes mojaron a los animales con agua bendita y hasta se pusieron a confesar a los gauchos. Todo esto sucedió mientras el aroma a asado y a jarilla fresca inundó el lugar.

Tal como sucede los últimos domingos de cada mes (ayer fue una excepción porque el 25 de octubre hubo elecciones), comenzó a celebrarse la misa pasada las 12,30. Además se conmemoró el Día de los Santos. La homilía que dio el padre Javier Zabala, párroco de Santa Bárbara de Albardón, estuvo dirigida especialmente a los gauchos. Habló de la importancia de no desbocarse y de tener la cincha bien ajustada a Jesús. Para finalizar, se aprovechó la celebración para bendecir a las madres a quienes les entregaron una medallita con la imagen de Brochero. Así, de la misa se pasó a un almuerzo en familia.