La utilización del lavatorio empotrado en un mueble, comúnmente llamado vanitory, se ha convertido en una constante en la organización y decoración de los baños modernos. Sencillamente porque, por un lado, es estético, y por otro es funcional porque permite el aprovechamiento máximo del espacio. Si a esto se le suma que los baños tienen cada vez menos espacio y es difícil encontrar fórmulas para guardar cosas, recobra aún más valor. Si la idea es elegir uno, lo primero que se debe saber es que existen varias alternativas en los comercios especializados. Tienen formas, diseños y acabados diferentes para cada bolsillo y estilo. Mueble y bacha: El modelo más común del mueble está pensado para una sola bacha, pero es posible solicitar a pedido equipos con dos bachas, para espacios con mayores dimensiones. Para la construcción del mueble se utilizan placas de aglomerado enchapado con melanina o con hojas de maderas varias, e incluso se hacen sobre la placa diversos tratamientos contra la humedad. Las medidas del mueble fueron cambiando a lo largo de los años. Los primeros se construían de 60 centímetros de profundidad, con lo cual la mesada con la bacha quedaba dentro del mueble, mientras que en los últimos modelos la profundidad ha disminuido a 40 cm, dejando la bacha sobresaliendo hacia delante. Esta decisión responde a la necesidad de adaptar estos equipos a espacios cada vez más reducidos. Otra de las incorporaciones de los últimos años son los espejos, botiquines, armarios de pie y estantes con la misma línea de diseño y terminaciones, que se integran al mueble de bajo mesada y forman un conjunto que cubre todas las necesidades que se realizan en la zona del tocador y lavabo. Las primeras bachas se realizaban en porcelana sanitaria vitrificada o en metal, y se colocaban por debajo o por encima de mesadas de piedra pulida. Las últimas versiones poseen la bacha incorporada a la mesada, que forma una única pieza que evita filtraciones. El material puede ser resina de fibra de vidrio, en los casos más económicos; marmolina reforzada de alto brillo; símil granito, realizados con silicatos minerales, principalmente el cuarzo puro; gres cerámico; o en asterite. Estos últimos presentan una gran resistencia a golpes, ralladuras y a la acción de ácidos. Dimensiones y acabados Los equipos de menores dimensiones tienen 40 centímetros de frente por 40 de profundidad. De allí en más, el mueble bajo mesada crece a 50, 60 y 70 cm de frente. Le sigue la profundidad de 50 cm, que se utiliza para frentes de 60, 70, 80, 90, 100 y 120 cm. La altura es siempre de 80 cm. Los muebles poseen una sola puerta en los de 40 cm, y de allí en más pueden tener dos, tres y hasta cuatro puertas de abrir, o alternar con cajoneras. En su interior cuentan con estantes para repartir la altura. Los armarios para complementarlos vienen de 30 x 30 cm, con una altura de 180 cm; los botiquines, espejos con estantes, alacenas y módulos adicionales se fabrican en coordinación modular con los muebles de bajo mesada. Los acabados son en madera de cedro, roble lustrado con laca marina, o laqueados de varios colores y patinado en varios tonos. La tendencia general es utilizar colores claros con preferencia del blanco.
