La conmocionante historia de Julieta Viñales, la joven de 18 años que falleció el pasado martes por circunstancias que la Justicia hoy investiga luego de que se sometiera a una operación de amígdalas que le realizaron el pasado 10 de febrero, es un caso extraordinario pero no es el único. Lo que le pasó a Vanesa Villán, que hoy tiene 27, fue quince años atrás. Por apenas un día de diferencia. Vanesa, o "Vanita" como la nombra cariñosamente su papá Marcelo, fue operada de la garganta en una clínica privada el 11 de febrero de 2005.

En el posoperatorio, Vanita comenzó a sufrir una hemorragia interna cuando todavía estaba bajo los efectos de la anestesia. El personal que debía cuidar a la paciente, que en ese entonces tenía 12 años, se dio cuenta recién de lo que sucedía al verle los labios azules.

El tiempo que pasó sin oxigenación, hasta que fue reanimada, le dejó como secuela principal a la chica parálisis cerebral.

Además, luego de la intervención, hubo un año de esfuerzos y sacrificios para mantener con vida a Vanita. Como no había una sala de terapia intensiva acondicionada para adolescentes, sus padres optaron por trasladarla a Buenos Aires y estuvo más de seis meses en el Hospital Fleming.

"Ella hoy está consciente, ríe y llora, participa a su modo de las conversaciones que hay. Se burla de algunos de sus conocidos en la clínica, porque no perdió la picardía y preguntan por ella cuando no va. Pero como dicen los médicos, depende de alguien más para todas las actividades diarias, porque no puede realizar ninguna actividad voluntaria", describió Marcelo.

El papá de Vanesa reconoció que no volvió a saber de otro caso de características similares hasta que se enteró de lo sucedido con Julieta. Y por eso hizo hincapié en un mensaje concientizador: "Como es una intervención tan simple es que se producen esos descuidos. Y bueno, ahí están los dos casos. Vanesa era la abanderada de María Auxiliadora y se realizó la cartilla médica para ir a otra escuela en la secundaria, le dijeron que debía operarse de la garganta. Todo el mundo dice que es una pavada. Su hermano mayor ya se había operado. No tengo ánimo de escrachar al anestesista, enfermero, ni a la clínica. Pero lo que les pasó a Julieta y a Vanesa, le puede pasar a cualquiera. Que no dejen de cuidar nunca al paciente después que sale del quirófano, aunque sea una intervención tan rutinaria".

 

> Se realizó el sepelio de Julieta

 

Ayer por la tarde se realizó el sepelio de Julieta Viñales, quien falleció el martes por la noche en el Hospital Rawson, donde estuvo internada desde el 15 de febrero.

La joven de 18 años fue operada el 10 de febrero y el viernes 13, tosió sangre por lo que quedó internada en el Hospital Marcial Quiroga y al día siguiente, derivada al Rawson.

En la madrugada del domingo 16, un profunda hemorragia interna por una fisura en la arteria carótida produjo muerte cerebral de Julieta. Los padres de la estudiante de Medicina (en Buenos Aires) denunciaron por "lesiones graves", la semana pasada.

El juez del 5to Correccional, Matías Parrón, investiga la causa, debe decidir si otorga o no el pedido de eximición de prisión que presentó la defensa de Maximiliano Babsía, el otorrino que extirpó las amígdalas de Julieta. El resultado de la autopsia de Julieta definirá los próximos pasos.