Un enorme corazón peludo que se asoma por la puerta de uno de los consultorios invita a Natasha a que pase caminando a ver a la terapeuta. La nena tiene 4 años y recién está dando sus primeros pasos porque tiene parálisis cerebral. En otra parte de la sala de espera, Luciana de 4 años juega con su mamá con un títere anaranjado con pelos de todos colores, mientras aguarda que la vea una psicopedagoga porque se recupera de un ACV. Así, es el día a día en el Centro de Rehabilitación Integral de Rawson (CIR), que está junto al Centro de Salud René Favaloro, donde usan títeres y marionetas para la recuperación hasta de niños amputados. Andera Reynoso, una de las terapeutas, contó que esta nueva metodología está dando buenos resultados sobre todo a la hora de vincular a los chicos con los especialistas.
El Centro Integral de Rehabilitación se especializa en la recuperación de pacientes con problemas neurológicos. La idea de usar los títeres fue de Reynoso, que es psicopedagoga, pero actualmente lo aplican casi todos los terapeutas. Ellos contaron que esta iniciativa tuvo su puntapié hace unos meses, cuando las mamás de los pacientes fueron invitadas a un taller de títeres y marionetas, en el mismo CIR. Ellas hicieron los títeres con los actualmente sus hijos trabajan dentro de los consultorios y hasta en la sala de espera.
Según las terapeutas, la función que tienen los títeres es relativa según cada niño. Hay casos de chicos amputados que trabajan con estos juguetes para lograr la aceptación de las prótesis, mientras que en otros pacientes sólo se usa para que se animen a entrar solos al consultorio. "Hay terapias en las que juega mucho el aspecto emocional. Hay pacientes que necesitan el acompañamiento y les cuesta vincularse con los terapeutas, y aparece el llanto para no separarse de la mamá. Con los títeres manejamos mejor esas situaciones. Estos personajes agradan más que nosotros", agregó la terapeuta, mientras que las mamás de los pacientes admitieron que esta nueva modalidad les alegra los días a los niños. "La rehabilitación parece eterna. Nosotros hace más de 2 años que venimos casi todos los días, pero desde que están los títeres es todo distinto. Los niños no sufren la espera. Además hay algunos que los usan dentro del consultorio", dijo María Molina, la mamá de una paciente de 4 años.
Pacientes
Desde Caucete
Ana Luz Cortez y Benjamín González tienen 6 años, ambos son de Caucete y sufren parálisis cerebral. Hacen terapia desde hace cerca de 2 años y según sus mamás los títeres les alegran las mañanas a los chicos. Es que, si bien ninguno de los dos se sienta solito, ni caminan, pueden aguardar a que los atiendan jugando con sus mamás y los títeres. También los usan en el consultorio.
Una inquieta
Desde que aprendió a caminar, Natasha Balmaceda (que tiene parálisis cerebral) no para ni un segundo. Sus piernas flaquitas le tiemblan cuando da cada paso, pero a ella no le importa. En la sala de espera de CRI es una de las que más juega y se divierte con los títeres. "Los títeres le sirven mucho para entrar en confianza con las terapeutas", dijo su mamá, que juega a la par de su hija.