Cansados de nos er escuchados, unos 30 empleados de PAMI decidieron dejar de trabajar para reclamar por una mejora de las condiciones edilicias. Se trata de las oficinas "viejas" ubicadas en Mendoza y Córdoba. Por el reclamo, la atención en el área social, de compras, personal y mesa de entrada se ve restringida.
Baños desbordados, falta de agua, nidos de paloma en el interior y archivos acumulados en los pasillos son algunas de las quejas del personal que afirman están "cansados de no ser escuchados".
Como protesta los empleados realizaron una sentada en la puerta de la institución a la espera de una solución.
"Cuando vino Luana Volnovich las oficinas de enfrente fueron pintadas, ploteadas y dejadas hermosas. Pero acá tiraron todo lo que les sobraba, hay archivos en los pasillos", relató una de las empleadas.




